El hecho no salió a la luz prácticamente en ningún lado, pero no resulta extraño, ya que son temas que el ministerio de Educación porteño, por directivas de la jefatura de gobierno, decide que no tomen mucho vuelo. La semana pasada, la comunidad educativa de la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas, Sofía Esther Broquen de Spangenberg, amaneció con la triste noticia que los estudiantes de ese histórico colegio de Palermo no iban a poder usar más las computadoras que se encontraban en el lugar. Esos dispositivos eran utilizados por los chicos para realizar diferentes actividades, mediante el campus virtual.
La versión de las autoridades asegura que el robo ocurrió en el segundo piso del establecimiento, en aulas del nivel primario, donde, para ingresar al lugar, forzaron las cerraduras de las puertas. En principio, el acto delictivo se concretó entre la noche del miércoles y la madrugada del jueves.
La escuela cuenta con todos los niveles educativos y funciona en los tres turnos. “No es la primera vez que ocurre un hecho delictivo en el lugar. En varias ocasiones, sucedieron cosas semejantes, como que en medio de una jornada de capacitación institucional de idiomas, entraron desconocidos a la escuela y se llevaron un proyector”, cuenta a Tiempo Martín García Sastre, regente del nivel superior de la Escuela. El edifico escolar ocupa toda una manzana y es lindero al Parque Las Heras, una zona que se vuelve insegura cuando el sol se esconde. “En varias oportunidades, encontramos gente durmiendo dentro del edificio en el tercer piso y que apenas vieron movimiento cuando comenzó la jornada escolar, salieron corriendo. De estas situaciones hay muchas, además del robo mencionado”.
Si bien la escuela es una de las pocas que, por sus dimensiones, tiene una casera en el lugar, la falta de presencia de efectivos durante todo el día hace del mismo un blanco fácil. “Nos comunicamos con ustedes para informarles que lamentablemente el 13/10 por la noche sufrimos el robo de alrededor de 45 netbooks, guardadas bajo llaves en sus aulas del segundo piso. Las cerraduras de las puertas de esas aulas fueron forzadas, igual que la de los carros donde se cargan las netbooks”, relata una carta del rectorado, dirigida a la comunidad educativa. “Queremos decirles que la escuela en ningún momento vio alteradas sus actividades y todo continúa funcionando con normalidad”, ampliaron en el comunicado.
“Fueron varios hechos que viene sufriendo la escuela, que son de mini-vandalismo. Personas que ingresan a la noche forzando las puertas, varias veces nos encontramos con los bancos amontonados en algunas aulas, robos a los chicos cuando salen de la escuela; en la zona, están los Senderos Seguros, que es un programa del gobierno de la Ciudad, pero que no sirve de mucho, por todo lo que te estoy contando”, agrega el regente.
Las computadoras robadas se encontraban en los “atelier digital”, carritos con dispositivos electrónicos que entrega el ministerio de Educación de la Ciudad a las escuelas y que reemplazan a la entrega personalizada de notebooks a estudiantes, que se llevaban la compu a sus hogares como se hacía en los primeros años del Plan Sarmiento, la versión porteña del Conectar Igualdad. Esta polémica decisión la tomó Soledad Acuña, en su primera gestión como titular de la cartera educativa, y representó un fuerte ajuste en el sector, ya que antes 4 alumnos de diferentes divisiones tenían 4 computadoras distintas y ahora esos mismos 4 estudiantes podían utilizar una misma notebook y en la escuela. “Si esas computadoras hoy las tuvieran los pibes en sus casas como era antes, la historia era otra, y nadie entraría a robar las compus a la escuela”, agrega García Sastre.
Hasta el momento, se desconoce quién o quiénes fueron los autores o el autor del robo en la escuela, aunque la denuncia ya está radicada. Tiempo se puso en contacto con el ministerio de Educación porteño y señalaron que la policía de la Ciudad está investigando el hecho (sin dar mayores precisiones) y destacaron la importancia de haber realizado la denuncia a la brevedad por parte de las autoridades de la escuela. Según adelantaron a este medio, en las próximas dos semanas el ministerio que conduce Soledad Acuña repondrá las computadoras.
Robos y actos vandálicos en las escuelas
Una constante que se repite en varias escuelas porteñas en los últimos años: portero que se jubila no es reemplazado por otro. Esto trae algunas complicaciones en los edificios escolares, más allá de los cuidados constantes que requieren los grandes establecimientos, en materia de higiene y mantenimiento. Las escuelas quedan vacías ante cualquier emergencia cuando no rige la jornada educativa. Hace aproximadamente seis años, la casera de la Escuela Nº 8 DE 10º “Alte. Ramón González Fernández” se jubiló y sistemáticamente el Ministerio de Educación de la Ciudad se niega a designar su reemplazo, hecho que se repite ante situaciones de fallecimiento de las y los caseros de cada establecimiento educativo.
En junio de este año, Tiempo publicó el robo a esta escuela. Los delincuentes habían ingresado al lugar y se adueñaron del tablero de llaves de la dirección, para luego acceder a la biblioteca donde se robaron varios elementos. Entraron a la sala de la cooperadora escolar, donde también sustrajeron varias cosas de valor, llevándose todo el dinero de la caja chica y los sobres con aportes económicos que las familias realizan durante las semanas a la cooperadora. Los armarios de las salas de música, el salón de docentes, el sector de educación física, las aulas y los del laboratorio estaban todos revueltos. Del hecho, fue víctima también el jardín de infantes que se encuentra en la misma escuela, donde también se robaron todas las computadoras que utilizaban los chicos.