“En Milagros del Cielo trabajamos en lo que no se ve para lograr lo que se ve. Buscamos exaltar tus sentidos”. Así se promociona la pequeña empresa marplatense “de producción 100% artesanal y con 22 años de trayectoria en el mercado de los alfajores”, que ostenta un rótulo único: ser la ganadora del Mundial del Alfajor. A continuación, los gustos que marcaron tendencia en el medallero, las sorpresas, y algunas desilusiones, sobre todo del dulce de leche. El mousse empieza a reinar en el mundo de los alfajores.
Todo mundial tiene su revelación, y todo campeón tiene un estilo de juego que lo lleva a la gloria. En el caso de Milagros del Cielo, el toque se lo dio su sabor estrella: mousse de chocolate al licor. La firma liderada por Fabiana Ocaranza sostuvo que en realidad tienen dos sabores estrella: el otro es de crema de avellanas y cacao. Pero el que obtuvo el campeonato fue el primero.
En su sucursal también ofrecen otros alfajores especiales, por ejemplo uno relleno con dulce de leche y galletitas. Volviendo al alfajor ganador de mousse al licor, su creadora relató: “tiene dos galletitas, lleva 50 gramos de relleno, lo cual lo hace algo distinto, y controlamos el punto justo de equilibrio al paladar para que no sea empalagoso, es totalmente artesanal”.
“El puntaje del alfajor fue 8,18 sobre 10, este alfajor ganó por sus características organolépticas, por una masa muy húmeda, por un relleno con su justa humedad y una cubierta también correcta, aunque hubo mucha paridad”, declaró el chef ejecutivo Cristian Ponce de León, uno de los presidentes del jurado.
El 70% de los alfajores que participaron fueron artesanales. Según el jurado, en todos los casos evaluaron la apariencia externa, la relación galleta relleno, homogeneidad del relleno, espesor de la cobertura, firmeza, masticabilidad, evaluación gustativa y olfativa, complejidad y equilibrio de cada uno.
El certamen igualmente tuvo 15 categorías, más allá del ganador principal. En Mejor Alfajor Simple triunfó el alfajor relleno de dulce de leche bañado en chocolate blanco de Mamá Norma. En Mejor Chocolate Negro triunfó el de chocolate negro 70% cacao ecuatoriano relleno de dulce de leche de Rústico Chocolate. Segundo quedó el de Café Martínez. En Mejor Chocolate Blanco ganaron los cordobeses Ególatra, con uno creado a base de harina de almendras.
En Mejor Alfajor de Maicena se dio un batacazo: ganó Gennaro’s Artisanal Alfajores, oriundos de Canadá. Ahí donde Argentina parecía local, ganó el equipo visitante. También generó sorpresa el alfajor de fruta vencedor de Chocolates Gouher, relleno de mermelada de Maracuya cubierto con chocolate negro, superando a los de membrillo, que ésta vez decepcionaron.
En Mejor Textura, integró el podio un alfajor de Coronel Suárez, en el interior bonaerense. Una de las revelaciones. Alfajores Isidoro con su clásico de chocolate relleno con dulce de leche se llevó la plata. El oro: Alfajores Monje Negro, con su cacao intenso, de La Plata.
El certamen, del que participaron 150 productores del país y el mundo con 350 muestras (hubo de Colombia, Ecuador, Brasil, Paraguay, Perú, Canadá, Países Bajos y España), dio pie a “polémicas” del mundo alfajoril. Facundo Calabró, creador del libro “En busca del alfajor perdido” e integrante del jurado, publicó en su twitter (@alfajorperdido) algunas conclusiones: “Es polémico que el ganador haya sido un alfajor de mousse, aunque sea uno muy digno. Para mí es otro signo del retroceso del dulce de leche. Entre las nuevas generaciones el alfajor de mousse (como el Bon o Bon) se impone cada vez con más firmeza. También es un reflejo del éxito comercial de los alfajores instagrammeables y la onda pornfood”.
Destacó otros alfajores que no llegaron a ganadores: un “delirio de Ajo Negro con cantidades un poco excesivas de whisky (no sólo en el dulce de leche sino también en la masa) pero magistral por el contraste con el chocolate y la sal marina. Lástima no ganó nada”. Y uno de chocolatería Tikal que lo definió como el mejor de chocolate que probó.
Al evento asistieron más de 12 mil personas. Para el año que viene los organizadores ya piensan en la Rural. El producto, una vez más, demostró ser para las y los argentinos una pasión de multitudes.