“La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires manifiesta su enérgico repudio ante el accionar de los agentes de la Policía de la Ciudad que, sin identificación alguna, en la mañana del 17 de noviembre del corriente, balearon en la cabeza a un joven de 17 años en el barrio porteño de Barracas provocándole muerte cerebral”, comienza el texto presentado durante la jornada por la Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura. Horas después, Lucas González falleció.
Se trata del joven que ayer recibió dos disparos por parte de la policía de la Ciudad, en la intersección de las calles Cnel. Benito Meana y Alvarado del barrio de Barracas, entre las 9:00 y las 10 de la mañana, a la salida de un entrenamiento de futbol en el Club Barracas Central.
“Hechos como estos no son nuevos por parte de los efectivos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, abriendo fuego contra nuestros jóvenes, sin identificación ni voz de alto alguna, incumpliendo todas las medidas y protocolos vigentes para el abordaje de este tipo de situaciones”, relata el documento, donde además destaca el contenido del artículo 34 de la Constitución porteña que señala: “El comportamiento del personal policial debe responder a las reglas éticas para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, establecidas por la Organización de la Naciones Unidas».
“En virtud de lo expuesto”, continúa el documento: “repudiamos el accionar policial violento y prima facie ilegal. Exigimos al gobierno porteño que arbitre las diligencias necesarias para el esclarecimiento de lo ocurrido, que arbitre raudamente las medidas necesarias en orden a que no se repitan situaciones como las descriptas por parte de personal de la Policía de la Ciudad, y se tengan en cuenta particularmente los derechos de los niños, niñas y adolescentes consagrados en la legislación local, nacional e internacional”.