Con el correr de las horas, el asesinato de Ismael Ramírez evidencia, además de la brutalidad de disparar contra un chico de 13 años, una serie de circunstancias que lo avalaron. Entre ellos, la intervención de efectivos de la Policía Federal durante los incidentes del lunes a la noche que terminaron en tragedia.
Por resolución del Ministerio de Seguridad de la Nación, el martes se pasó a disponibilidad al comisario Julio Gustavo Romero, a cargo de la Subdelegación Sáenz Peña de la Policía Federal. La misma suerte corrió el titular regional NEA, Walter Enrique Bernal, con sede en Corrientes, quien ya fue reemplazado por el comisario Ricardo Arancedo.
Según informó Diario Chaco, los agentes federales tenían la orden de recorrer Sáenz Peña pero al ver “desbordada” la situación, decidieron colaborar con sus pares provinciales sin pedir autorización. Recién un par de horas más tarde, informaron de sus actuaciones a la cartera de Seguridad. Ya era tarde. La ministra Patricia Bullrich se había enterado por los medios que efectivos federales estaban interviniendo en los desbordes de Saénz Peña.
En tanto, ayer, el coordinador de la Unidad Regional Centro Julio Bojanich se reunió con Omar López, abuelo de Ismael, quien aseguró que la familia tiene “pruebas contundentes” que serán aportadas al fiscal para el esclarecimiento del hecho.
El lunes, alrededor de las 20 en el Barrio Obrero, durante los incidentes que se produjeron entre policías locales, federales y vecinos armados y las personas que intentaban ingresar a un supermercado, Ismael, que pertenecía a la comunidad qom, recibió un disparo en el pecho. Enseguida empezó a replicarse por las redes sociales una imagen de un chico armado y comentarios que justificaban el crimen. Sin embargo, el adolescente de la foto no era Ismael.