Mafu Sánchez se identifica con un nombre distinto al que figura en su DNI. Por decisión, no hizo el cambio registral formal. Sin embargo, sabe que los artículos 12 y 13 de la Ley de Identidad de Género (26.743) le garantizan el derecho a que sea utilizado el nombre elegido. Por eso, cuando se presentó a votar en una escuela del barrio porteño de Constitución, pidió que se agregara una enmienda en el padrón para consignar su identidad. La autoridad de mesa le respondió llamando a Prefectura y casi no le permiten emitir su voto. Tras muchas idas y vueltas, lo consiguió a fuerza de reclamos. Pero su caso no fue el único.
“Cuando la naturaleza de la gestión haga necesario registrar los datos obrantes en el documento nacional de identidad, se utilizará un sistema que combine las iniciales del nombre, el apellido completo, día y año de nacimiento y número de documento y se agregará el nombre de pila elegido por razones de identidad de género a solicitud del interesado/a”, dice el artículo 12 de la Ley 26.743, que ya tiene casi diez años. Esa fórmula puede aplicarse como enmienda en las observaciones del padrón electoral a la hora de votar. Así, una persona que no se identifica con el nombre que figura en su DNI puede asentar el nombre elegido. Sin embargo, la normativa no siempre se respeta.
“En las PASO no lo intenté, pero supe que algunes compas habían podido cambiar en el padrón los datos de manera manual, que se lo enmienden. A partir de esas experiencias de otres fui hoy con la intención de que hagan eso mismo”, contó Mafu a Tiempo. “El presidente de mesa no quería tocar nada del acta del padrón. Los fiscales, sí. Entonces pedí que llamen a una autoridad de la escuela. El presidente trajo a la Prefectura. Ahí se volvió todo más tenso. Decían que no podía votar porque mi DNI no estaba actualizado. No solo no me querían cambiar los datos sino que tampoco me querían dejar votar”, relató. Mafu se retiró y volvió una hora después, ante la presencia de una delegada. Finalmente, pudo votar. “Pero no cambiaron mi nombre, solo hicieron una observación y labraron un acta”.
“El cambio registral es un derecho pero no una obligación. El artículo 12 de trato digno ofrece una fórmula legal para consignar nuestro nombre autopercibido”, explicó Florián Vives, de la agrupación Todes con DNI, surgida hace un año para difundir información sobre acceso a derechos en materia de identidad de género. “La forma de registrar legalmente nuestra identidad es poner las iniciales del DNI, el nombre que usamos, el apellido, la fecha de nacimiento y el número de documento. Con eso se acredita la identidad. Como en el padrón está la fecha, el número de DNI y el apellido, sólo hace falta tachar el nombre de pila y colocar las iniciales entre paréntesis y el nombre de pila autopercibido. Con eso es legal, según la Ley de Identidad de Género. En algunas mesas lo respetan, en las PASO me lo respetaron. El problema es que no se informa esto dentro de la capacitación a las autoridades de mesa. Y no se puede anteponer una cuestión administrativa para negar un derecho”, señaló Florián.
A lo largo de la jornada electoral recibió varios reportes de situaciones similares a la de Mafu. “En algunos casos no sólo utilizaron su nombre de pila registral sino que cuando se acercaron a decir que no lo hicieran les exigieron el cambio de DNI. Eso es ilegal. Nadie te puede exigir eso, rompe con todo lo que plantea la Ley de Identidad de Género”, advirtió. Y contó que, cuando pidió la enmienda en las elecciones primarias, tuvo que explicarle sus derechos a las autoridades de mesa, a los fiscales de cada partido, esperar que se reunieran y, recién después, acceder a su derecho: “Me tomó tres horas”.
“El problema acá es que la ley tiene casi 10 años y no se viene aplicando. Por eso nos constituimos como organización. Para brindar toda esta información. Mafu fue a pedirlo porque adquirió la información que difundimos sobre nuestros derechos”, dijo. Y agregó: “Cuando hicimos la publicación se contactaron con nosotres varias autoridades de mesa diciendo que eso no estaba en la capacitación y pidiendo información”.
Florián remarcó que “hay mucha necesidad de información. Si bien la publicación del Ministerio de Mujeres no se explaya en la totalidad sobre esto, sí dice que cuando vayas a votar tenés derecho a que te llamen por el nombre de pila, no pueden exigirte el cambio de DNI. Falta decir que tenés derecho a pedir la observación que quieras y la rectificación. La ley lo plantea claramente. Es una ley nacional que ya tiene diez años y es importante que se empiece a respetar”.
“No hay un sistema que nos evite estas situaciones. No está capacitada la gente de la justicia electoral, como en la mayoría de los lugares del Estado. Debería haber una forma sencilla de rectificar nuestros datos de forma centralizada, aunque sea para las instituciones del Estado”, planteó Mafu tras difundir los obstáculos que encontró para votar con su nombre. Añadió: “Vivo en Constitución desde chique. Somos un montón de población travesti, trans, no binarie, migrante, racializade. Y esto es una situación que es bastante común: que lleguemos a la fila para votar y nuestra imagen no coincida con el DNI. Es violento que lo primero que hagan sea llamar a Prefectura. Deberían poder aggiornarse un poquito, cumplir la ley y tratarnos de otra manera”. Florián concluyó: “Estamos hablando de derechos humanos. La identidad es un derecho humano, ya lo dejaron en claro las Abuelas de Plaza de Mayo”.