Incendiaron la antena de Radio Cooperativa y gran parte del predio donde funciona la emisora, en el Mercado Central. Los trabajadores del medio vienen denunciando diferentes ataques de parte de una patota que opera en la zona con intenciones de quedarse con los terrenos públicos, pero la justicia no investiga y la policía no custodia el lugar.
“El sábado plantamos árboles junto a los chicos y los padres del Barrio José Hernández, y como respuesta nos prenden fuego la antena de la radio. Esta gente hace terrorismo contra Radio Cooperativa”, se lamentó Martín Cigna, el presidente de la radio, según publicó el portal de noticias No Ficción.
Este ataque a la emisora es el último de una seguidilla de incursiones violentas al predio. Antes, habían roto el cerco perimetral, los faroles, aires acondiciones y habían destrozado parte de las antenas.
El conflicto comenzó a principios de agosto y se profundizó con el pasar de los días. “Es urgente que la Justicia actúe contra quienes vienen generando los daños hacia la radio y la cooperativa. Necesitamos que tome las medidas correspondientes para garantizar la continuidad de un medio de comunicación”, continuó Cigna.
“Estamos pasando un momento difícil en la radio porque nos están atacando personas que nos quieren echar a la fuerza del lugar”, explicó el presidente de la radio hace unos días atrás y precisó que se trataba de “delincuentes organizados. Gente del barrio con denuncias penales y pedidos de captura que se dedica, hace un tiempo, a tomar terrenos del Mercado Central” para luego venderlos.
Según habían podido establecers, la patota hace años que opera en la zona ocupando por la fuerza terrenos privados y públicos para luego venderlos a familias oriundas de Perú y Bolivia, para que construyan allí talleres clandestinos. El lugar es estratégico dada la cercanía con la feria La Salada.
La causa por “usurpación, robos, amenazas y daños” está radicada en la Unidad Funcional de Instrucción 11 de La Matanza, a cargo del fiscal Fernando Quiroga, quien apenas avanzó con la ratificación de la denuncia de Cigna a pesar de contar con los datos de los agresores, quienes son conocidos en el barrio.