En los últimos años pudimos enterarnos de los derrames de mercurio provocados por la mina Veladero gracias a los análisis que realiza en la cuenca del río Jáchal la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) de Mendoza. Se detectó un derrame de mercurio en octubre de 2021 y otro en febrero de 2022. ¿Cuál fue la brillante idea de nuestros gobernantes ante el hecho concreto de la continua contaminación con mercurio de la cuenca del río Jáchal? Dejar de hacer los análisis mensuales de agua por la UNCuyo. En los últimos seis meses la UNCuyo solo hizo un análisis de agua el 24/11/2022. En el punto de muestreo denominado Puente de Buena Esperanza, el agua del río Jáchal delataba un nuevo derrame de mercurio: 1,7 microgramos de mercurio por litro de agua (0,0017 mg/L) cuando en el primer derrame del año 2015 se detectó el 15/09/2015 a las 23:35hs en el mismo lugar 1,1 microgramos de mercurio por litro de agua (0,0011 mg/L).
Recordemos que el control minero lo tendría que realizar la provincia de San Juan. Es un hecho comprobado que el gobierno local es totalmente incapaz de controlar a la Barrick Gold en su mina Veladero, porque en ninguno de los tres derrames confirmados (septiembre de 2015, septiembre de 2016 y marzo de 2017) el gobierno de San Juan alertó a la población. Siempre nos enteramos de esos derrames de mercurio por mensajes informales de los trabajadores mineros. A nuestros gobernantes no les interesa darnos tranquilidad en cuanto a la calidad del agua que consumimos (para uso personal, para regar nuestros cultivos y para bebida de nuestro ganado), solo les interesa proteger los intereses de las corporaciones mineras. Nosotros sabemos de ocultamientos y mentiras para apañar a la irresponsable canadiense Barrick, sin importar las graves consecuencias que el consumo permanente de mercurio (directamente por el agua o indirectamente por los productos agrícolas y ganaderos) provocará en nuestros niños, al igual que en Minamata que después de 30 años aparecieron las enfermedades incurables. «