Progresivo, parcial y escalonado. Así será el regreso a las actividades escolares, según se resolvió este jueves en la reunión del Consejo Federal de Educación promovida por el ministro Nicolás Trotta para desanudar el dilema de las clases presenciales, que se daría sobre la base del cumplimiento de un protocolo definido por las autoridades de las diferentes carteras sanitarias, y donde la decisión última la tendrá cada provincia.
La complejidad de la pandemia, con una situación distinta en cada distrito, marcada por una relativa estabilidad en el AMBA y una fuerte alza de los contagios en varias provincias, obligó a trazar una suerte de “semáforo epidemiológico”, un índice sanitario que permitirá dirimir en qué lugares y de qué modo podrían volver las clases presenciales. Los condicionamiento de ese índice habían sido transmitidos el martes a los ministros de Educación provinciales, y ahora se llegó a un consenso.
El retorno a las aulas será, entonces, «progresivo, parcial y escalonado” y sólo en localidades que presenten, de acuerdo a aquél índice, un «riesgo bajo» de contagio de Covid-19, para todos los niveles educativos.
Por el contrario, en los lugares que presenten un «riesgo medio», los estudiantes, en un máximo de 10 por grupo, podrán volver pero no a realizar actividades educativas convencionales, sino actividades de revinculación, recreativas y lúdicas, y en espacios abiertos, preferentemente al aire libre.
La Ciudad de Buenos Aires, donde este miércoles se realizó una suerte de simulacro o prueba piloto de clase presencial en un polideportivo vecino al edificio de la Jefatura de Gobierno, encajaría en esta franja del semáforo epidemiológico, como localidad de mediano riesgo, de modo que podría implementar ese retorno de actividades “no escolares” la próxima semana. La ida de las autoridades porteñas es organizar de inmediato estas “jornadas de revinculación” para los 6500 alumnos sin conectividad que ni siquiera accedieron a educación en modo virtual durante la pandemia, y también para los que cursan el último año del ciclo, es decir, séptimo grado del primario y quinto año del secundario.
De acuerdo a la evolución de ese semáforo epidemiológico en cada localidad, serán los gobiernos provinciales los que decidan la fecha en que se producirá el esperado regreso a clases, en un contexto pandémico en el que la marcha atrás ante un crecimiento de los contagios es siempre una posibilidad cierta.
Tras la reunión, el ministro Trotta explicó: «Reafirmamos por unanimidad nuestro compromiso de avanzar en el regreso escalonado y seguro a las aulas y a las actividades de revinculación de los/as estudiantes, aprobando una guía de riesgo epidemiológico que aporta información objetiva para la toma de decisiones».
Y agregó: «Somos promotores del regreso a las aulas, siempre garantizando el cuidado de la salud y, por ello, nos hemos preparado desde el inicio para volver a reencontrarnos con nuestras niñas, niños y adolescentes».