Pequeños y medianos productores agropecuarios de las localidades afectadas por los incendios forestales en el centro del país intentan rescatar al ganado atrapado entre las cenizas de los campos arrasados por las llamas, mientras que bomberos voluntarios de las localidades pampeanas de La Adela y bonaerense de Algarrobo lograron contener el fuego a menos de 30 kilómetros de ese pueblo.
Algarrobo forma parte de las cerca de 1.400.000 hectáreas de campos en el sur de Buenos Aires, el norte de Río Negro y el sur de La Pampa que fueron afectadas por los incendios desde mediados del mes de diciembre.
«Lloro todos los días», admitió a Télam Daniel Rodríguez, productor ganadero del partido pampeano de La Adela, limítrofe con el bonaerense Algarrobo y uno de los más afectados por los incendios; él y su hermano Federico son propietarios de un campo donde crían ganado, como la mayoría de los terrenos de la zona, y en el que el fuego acabó con los pastizales que le sirven de alimento a los animales.
«Me dicen que me tengo que ir de acá, que lo único que hago es sumar disgustos pero la verdad es que el campo es mi vida, sin importar lo que pase», expresó Daniel, dolido por las numerosos golpes que sufre desde hace casi una década, con sequías que afectaron la zona entre 2004 y 2012 y lo obligaron a vender vacas a menos de 250 pesos por cabeza por la imposibilidad de mantenerlas.
Remolinos de ceniza de más de 30 metros de alto, vacas y caballos con el cuero chamuscado, y enormes extensiones de superficie negra por las cenizas son los vestigios del fuego que, según los bomberos voluntarios de Algarrobo, llegaron a avanzar a un ritmo de un kilómetro cada 14 minutos.
La estancia «El Salvador», del lado de La Pampa, revela el dantesco escenario que la velocidad de las llamas provocó en las vacas, donde más de 50 ejemplares yacen quemadas junto a los alambrados y otras tantas agonizan después de haber caído por la asfixia y el calor.
«El fuego se fue, pero la amenaza está latente; si no llueve en los próximos meses, más allá de que pueda haber nuevos incendios, con el viento que está haciendo van a tener que cortar las rutas por la cantidad de ceniza», expresó Carlos Rubio, otro de los productores agropecuarios afectados en Algarrobo, que trabajó codo a codo con los bomberos para controlar el fuego.
Los esfuerzos de los trabajadores ahora están concentrados en cosechar las plantaciones que se salvaron y rescatar a los animales, pero saben que la recuperación total será lenta y muy costosa; en ese sentido, productores agropecuarios de Algarrobo expresaron a Télam que el costo de reponer un kilómetro de postes y malla de alambre asciende hasta 150.000 pesos.
«Ahora nos focalizamos en reparar los alambrados, para que no se escape la hacienda, buscar a los animales que estén perdidos por el monte y asegurarse de alimentarlos, pero no sabemos cómo vamos a hacerlo», aseguró Federico.
«Trabajamos entre nosotros con lo que podemos; acudimos cuando gente de campos vecinos está afectada e incluso, en otras ocasiones me tocó darle dinero o ayuda a gente que nunca se lo pedí que me lo devuelva porque si no nos ayudamos, no salimos adelante», aseguró Rubio.
Después de las reuniones del viernes entre productores de la zona y las autoridades del Ministerio de Agricultura de la provincia de Buenos Aires, hubo un compromiso oficial de brindar en forma gratuita el traslado de la hacienda a otros campos; reparar los alambrados continuos a las rutas para evitar accidentes de tránsito; pasto, avena y balanceado para alimentar los animales; y un subsidio sin devolución de 100.000 pesos para los chacareros afectados.
Asimismo se iniciaron las gestiones para otorgar una prórroga en los vencimientos de los bancos y créditos de hasta 1,5 millones con una tasa de interés subsidiada para los más comprometidos.