La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) y Otrans inauguraron este miércoles al mediodía la muestra alternativa e itinerante del Museo Travesti Trans Argentina. La misma recorre -a través de una recopilación de archivos, objetos y documentos- casi cien años de historia del movimiento en el país. Fue expuesta en el auditorio de este organismo ubicado en calle 54 N° 487, entre 4 y 5, en la ciudad de La Plata.
“Se trata de una muestra que tiene como objetivo recuperar las memorias travestis y trans en Argentina a lo largo de casi cien años de historia”, explicó Roberto Cipriano García, abogado y secretario ejecutivo de la CPM. «Es un trabajo construido con archivos y distintos objetos conservados por el Museo Travesti Trans”, agregó.
Romper con lo heteronormativo
“Es una muestra alternativa e itinerante que desafía el relato hegemónico heteronormativo que está instalado en la comunidad y lo instituido como museístico. Es una propuesta política con estética que recupera la historia, memoria colectiva, plural y subjetivizante del movimiento travestis trans en nuestro país”, sostuvo García.
Para la construcción de la obra, “el Museo reunió más de 20 mil archivos fotográficos, recortes de periodísticos, revistas, documentos y distintos objetos”, contó García. Además, con ese material -que desafía el conjunto de normas oficiales de lo museístico- «la muestra reconoce a las personas travestis y trans como sujetas de acción y enunciación, con igualdad de derechos y oportunidades en la sociedad”.
Una deuda histórica
“Consideramos que esta muestra debe inscribirse en las propuestas para pensar estas cuatro décadas de democracia de una manera más igualitaria e inclusiva para la comunidad travesti trans”, recomendó el secretario ejecutivo. Relató que en este tiempo “el movimiento de disidencias sexo-genéricas logró importantes reivindicaciones y conquistó muchos derechos”.
Sin embargo, “la sociedad todavía tiene muchas deudas pendientes con esta comunidad”, enfatizó García. Apuntó que una de ellas, “es quebrar las enormes desigualdades y prejuicios que arrojan a una gran parte del movimiento travesti-trans a condiciones de precariedad material y sobrevivencia en las que pones riesgo sus vidas”.
La crueldad del sistema social normativo
En este sentido, cabe destacar que la población travesti y trans tiene una expectativa de vida de 35 a 40 años. Esta estadística, justamente tiene que ver con el recorrido de vida de estas personas, por el sufrimiento, las necesidades y todas las injusticias sociales que padecen a diario.
Son personas excluidas en el mundo libre y aún más en el encierro carcelario, donde se las considera un colectivo sobre-vulnerado. Muchas de ellas siempre son cooptadas para realizar tareas de narcomenudeo, en la mayoría de los casos por la propia policía que luego resultan víctimas de la preconización.
“La presentación de esta muestra forma parte del trabajo que venimos haciendo en conjunto con Otrans desde hace más de diez años”, repasó el secretario ejecutivo.