Cómo impactó el Covid–19 en la ansiedad, depresión, creatividad y memoria de la población argentina. Investigarlo no puede ser nada sencillo ni fácil. Y sus resultados son de suma importancia para establecer políticas sanitarias y sociales acordes al problema. Así lo pensaron las autoridades científicas que en la 15° Edición del Premio Nacional L’Oréal-UNESCO «Por las Mujeres en la Ciencia», en el Centro Cultural de la Ciencia C3, galardonaron en la categoría Premio a la investigadora Principal del CONICET en el Instituto de Biología Celular y Neurocientífica «Profesor Eduardo de Robertis» (IBCN, CONICET-UBA), Haydeé Ana María Viola, por su estudio sobre ese tema.
En la categoría Beca, la ganadora fue la investigadora Asistente del CONICET en el Instituto de Química, Física de los Materiales, Medio Ambiente y Energía (INQUIMAE, CONICET-UBA) y repatriada del Programa RAICES, Ana Sol Peinetti, por el proyecto de monitoreo de variantes de SARS-CoV-2 a través de la detección rápida de antígenos.
Viola fue galardonada por su proyecto «El impacto de la COVID-19 en la Argentina sobre la ansiedad, depresión, creatividad y memoria» que tiene por objetivo evaluar el efecto del virus sobre aspectos de la salud mental y la cognición de las personas. Para analizar los niveles del desorden de la ansiedad generalizada (GAD), depresión, capacidad creativa y memoria, diagramó grupos de estudiantes universitarios, tanto como en la población general de adultos de la Argentina. “Se espera identificar los estados mentales y las funciones cognitivas más afectadas y determinar las variables o sectores que representen mayor vulnerabilidad. Ello contribuirá a diseñar políticas públicas que contemplen medidas de protección para la salud física y mental”, apuntaron desde el Ministerio conducido por Daniel Filmus.
Peinetti fue reconocida por el proyecto “Monitoreo de variantes de SARS-CoV-2 a través de la detección rápida de antígenos”, que propone generar una tecnología que permita la detección rápida y sin requerimiento de equipamiento, con la capacidad de monitorear la presencia de variantes preocupantes en tiempo real en todo el país. Para ello, se desarrollará un test rápido de antígenos basado en tiras reactivas sensibilizadas con moléculas con la capacidad de reconocer específicamente una variante preocupante de SARS-CoV-2 frente a otras variantes menos peligrosas.
La actual edición estuvo enfocada en Ciencias de la Vida, y en esta línea también fueron galardonadas dos científicas con menciones especiales en la categoría Beca: la investigadora Asistente del CONICET en el Instituto de Procesos Biotecnológicos y Químicos (IPROByQ, CONICET-UNR) de la ciudad de Rosario, Dra. María Rocío Meini, por su trabajo “Revalorización de desechos agroindustriales mediante procesos de bajo impacto ambiental para obtener compuestos bioactivos”, y la investigadora Asistente del CONICET en el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV, CONICET-UNC) de la ciudad de Córdoba, Dra. Guadalupe Peralta, por su proyecto «La diversidad en la biodiversidad».
«Estamos acá para comprometernos en la igualdad de género. Es importante poner la mirada desde el nivel inicial ya que las vocaciones tempranas se inician allí y determinan la oportunidad de dedicarse a la ciencia», expresó el ministro durante la apertura y añadió que «este premio es valorado en todo el mundo. Es un apoyo a las mujeres en la ciencia».
La presidenta del Conicet, Ana Franchi, remarcó la importancia de la continuidad del Premio y felicitó “dos extraordinarias científicas argentinas” en referencia a Viola y Peinetti. «El mundo necesita de la ciencia y en este contexto de pandemia quedó demostrado más que nunca que en la Argentina tenemos científicas y científicos preparados. Las dos premiadas trabajan temas relacionados al Covid–19. Ellas antes no trabajaban en temas vinculados al coronavirus y eso muestra la importancia de la comunidad científica en Argentina».
Durante la ceremonia expusieron datos relevantes de la investigación «Mujeres en STEM: cómo romper con el círculo vicioso», realizada en 2020 por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC). El estudio revela la situación de las mujeres en el ámbito científico con el objetivo de plantear líneas de acción que colaboren a reducir las brechas actuales.
La investigación indica que, si bien el 54% de las y los investigadores en Argentina son mujeres, este número esconde desigualdades de acuerdo al área: mientras que el porcentaje en ciencias biológicas y de la salud es 61,2%, y en ciencias sociales y humanidades es 57,2%, en las ciencias exactas y naturales apenas alcanza el 41,7%. Además, si bien las mujeres recibieron el 60% de las becas financiadas en 2018 (e incluso el 50% en campos de menor representación femenina como las ciencias exactas y naturales), las investigadoras que dirigen proyectos científicos reciben en términos generales un 25% menos recursos que sus colegas varones.
Franchi se refirió a la problemática de la igualdad de género en la ciencia, sobre todo en lo generado durante estos 20 meses de Coronavirus: «Está claro que han disminuido los trabajos liderados por mujeres a partir de la pandemia y eso es porque las mujeres científicas sacrificaron más cosas que los varones. Cuesta mucho todavía, demasiado y para eso tenemos que seguir trabajando, para que haya igualdad de oportunidades y que las mujeres estemos en igualdad de condiciones que nuestros compañeros varones».