El moisés gestado en el marco del Plan Qunita y entregado ahora como parte del Programa 1000 días que impulsa el Ministerio de Salud recibió un reconocimiento con el Sello del Buen Diseño Argentino, en su 11° edición. Así lo difundieron desde el estudio Polenta, convocado por la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FADU) de la UBA para el rediseño del “Kit Sueño Seguro”, que implicó el relanzamiento de las cunas durante esta gestión, tras la discontinuación del plan durante el gobierno de Mauricio Macri.
“La cuna-moisés es el elemento principal del kit para les recién nacides, tiene como objetivo disminuir el número de muertes por colecho, la causa principal de fallecimientos domiciliarios en recién nacides en nuestro país. Está diseñada para bebés hasta los 6 meses de edad y/o 7 kg de peso. El kit está compuesto por la cuna-moisés, colchón, ropa de cama, ropa para el bebé y ropa para la persona gestante”, difundieron desde Polenta.
“Estamos muy orgullosos y agradecidos de poder participar en un proyecto de esta envergadura, diseñando para la equidad en un momento sensible de la vida. Felices de haber podido diseñar un objeto que es una política de salud pública, pensado desde la identidad argentina y la industria nacional. Particularmente conmovidos por haber sido egresados de la universidad pública y poder devolver parte de ese apoyo y aprendizaje en un diseño igualador de impacto social”, expresaron a través de su cuenta de Instagram.
El estudio integró un equipo de trabajo con la FADU, el INTI, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y el Ministerio de Salud de la Nación. Se apuntaba a una cuna “desarmable y, a su vez, robusta y segura, de ensamblado sencillo siguiendo un manual de instrucciones y que se arme sin herramientas, que pueda ser apoyada en el piso, que pueda ser transportada con su embalaje por un adulto”. Fue bautizada “Tiaguito 001”, en homenaje a Santiago Ares, el joven diseñador del programa Qunita, quien padecía cáncer y falleció a los 25 años.
El plan Qunita, lanzado en 2015 durante el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner, fue desbaratado, cuestionado y denunciado durante el macrismo. En 2016, la diputada de Juntos por el Cambio Graciela Ocaña denunció la compra con sobreprecio de la primera etapa del plan, algo que terminó con el sobreseimiento en 2021 de Aníbal Fernández, Nicolás Kreplak y otros funcionarios.
En agosto del año pasado, con la participación de la vicepresidenta, el gobernador bonaerense Axel Kicillof y el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, anunciaron en un acto en el microestadio del Parque Lomas un programa inspirado en Qunita, con el mismo objetivo: reducir la mortalidad infantil y acompañar a las mujeres embarazadas en su periodo de gestación y luego del nacimiento de sus hijos.
“Es imposible pensar en un fin más noble que el que perseguía el Plan Qunita. Y hacer política como hicieron, haciendo daño, impidiendo que miles de familias recibieran el Quinita, con una denuncia que era humo, es inaudito”, dijo entonces Kicillof, y anticipó que los kits se harían en talleres de carpintería y textiles del Servicio Penitenciario Bonaerense, por el Programa Mas Trabajo Menos Reincidencia. Luego, en febrero de este año, el Gobierno nacional publicó en el Boletín Oficial el encargo al Servicio Penitenciario Nacional para la confección de los kits, por un monto cercano a los 277 millones de pesos.