Ayelén, 21 años: «Estoy acá porque tengo un familiar que es víctima de la violencia machista y no quiero que eso le suceda a nadie más. Es la mejor manera que tenemos de pronunciarnos para que esto se termine de una vez por todas».
Belén, 18 años: «A mí me tocó vivirlo en primera persona, mi único novio me hizo víctima de la violencia de género. Me genera mucha impotencia lo que está pasando en todo el país y por eso tenía muchas ganas de estar hoy, para que entre todos logremos que se garanticen todos los derechos de las mujeres».
Lucía, 19 años: «Mi mamá fue víctima de un femicidio. Yo tuve dos parejas y los dos fueron violentos. Vine porque estoy muy triste, y esta es mi manera de sentirme cobijada. Marcho porque es mi manera de desahogarme y de sacarme toda la impotencia que siento».
Andrea, 23 años: «Vine para pedir justicia, por Lucía Pérez y por todas las mujeres que son asesinadas, golpeadas y violadas todos los días. Y porque tengo miedo de que me pueda pasar a mí».
Sofía, 21 años: «Yo no tengo miedo, porque esto demuestra que estamos unidas y organizadas. Pero sí siento mucha bronca, mucha tristeza.»
María, 27 años: «Yo soy una afortunada, porque nunca fui golpeada. Pero estoy acá para que se sepa que por cada violación, por cada femicidio, si no hay justicia habrá un escrache popular».
Lucila, 25 años: «Vine porque estoy cansada de los estereotipos: si te vestís con pollerita, sos una puta; si no tenés novio, sos una atorranta… Y en realidad somos víctimas de violaciones, de acosos. Pero cuando la víctima va a denunciar, primero se fijan en lo que hacía la piba y recién después analizan lo que pasó».
Eva, 22 años: «A mí me moviliza el sentirme parte de un colectivo que puede cambiar la realidad. Siento que, de una vez por todas, podemos empezar a transformar una sociedad que se sostiene sobre instituciones machistas».
Paula, 35 años: «La violencia no es solamente la que ejerce un hombre sobre una mujer: que se mueran pibas por tener que hacerse abortos clandestinos es violencia institucional. Por eso vine».