Dos años atrás, la Escuela N°15 DE 12 “Coronel Carlos Tomás Sourigues” cumplió un siglo de historia. Hoy, la centenaria institución de Flores, en Aranguren al 2400, no tiene mucho para celebrar, porque está literalmente invadida por las ratas.
En el patio, en el comedor, adentro de los armarios, los roedores están en todas partes y las autoridades del colegio, junto a docentes y padres, se cansaron de denunciar la plaga sin obtener respuestas por parte del Ministerio de Educación. Este miércoles, toda la comunidad educativa y los casi 200 chicos que asisten al colegio, en jornada completa, realizaron un abrazo al edificio, en reclamo de una urgente desratización.
“Desde la dirección se dio el alerta y se formularon varios pedidos urgentes, pero todavía estamos esperando que vengan a desratizar”, explica un docente de la Sourigues, que recién el día anterior se enteró que este miércoles se suspendían las clases, aunque la protesta siguió adelante. “La primera rata la vieron los chicos, cruzando el patio. Encontramos heces de rata hasta en los pizarrones. El martes, un auxiliar fue a agarrar una manguera y una rata le arañó un brazo. Hubo que llevarlo al hospital Álvarez para que lo atendieran”.
“Hace más de un mes y medio que estamos con el problema de las ratas, y el Gobierno de la Ciudad no se hace cargo. Lo único que nos ofrecieron fue la colocación de cebos, y poner dos gatos para que se comen a las ratas”, dijo Cecilia Luis, mamá de un alumno.
Los padres ya fueron a la Legislatura y al Ministerio. Cinco veces se enviaron comunicaciones desde la dirección hacia la Supervisión del Distrito. Ya el 21 de febrero se había girado el primer aviso solicitando la desratización antes del inicio del ciclo lectivo. A fines de marzo, la presencia de ratas observada por los alumnos durante el recreo motivó una segunda solicitud, en carácter de urgente.
Durante abril hubo tres notificaciones más, luego de que se siguieran viendo ratas en el horario escolar y también durante el turno vespertino, cuando funciona un Centro de Educación No Formal que administra un taller de huerta, y que también registró la presencia de roedores. La última fue el martes 22.
A esta altura no parece novedad la presencia de ratas en escuelas porteñas. Un mes atrás, la comunidad de la escuela Rosario Vera Peñaloza, en Pringles al 1100, Almagro, debió organizar ruidazos y volanteadas para reclamar soluciones al gobierno porteño por la invasión de ratas en el establecimiento al que asisten unos 1900 alumnos. Estuvieron una semana sin clases.
En la previa del abrazo, el legislador Santiago Roberto (Bloque Peronista) realizó un pedido de informes para que el Gobierno porteño explicite cuáles han sido las medidas tomadas en materia de desratización y fumigación en la Escuela N°15 desde que las autoridades del colegio enviaron la primera solicitud al área de Supervisión.