Mientras la ministra de Educación, Soledad Acuña, avanza hacia la flexibilización de los protocolos en las escuelas por considerar que los contagios de coronavirus y las burbujas aisladas hasta ahora fueron pocas, en parte de la comunidad educativa sigue el reclamo contra la obligatoriedad de las clases presenciales en la Ciudad de Buenos Aires, agudizado en los últimos días por el aumento de casos y la inminencia de la segunda ola.
Uno de los amparos presentados en ese sentido, por la Asociación Civil Nace un Derecho en representación de más de medio centenar de madres y padres, ya llegó a manos de la fiscalía y desde la organización piden “que se acelere la decisión, en toda la región limítrofe están tomando estas definiciones. Argentina no debería ser la excepción, a sabiendas de todos los contagios en el sector docente y las burbujas que se van aislando semana a semana”, advirtió Hernán Mirasole, abogado de ese espacio, en diálogo con Tiempo.
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El amparo fue presentado el 9 de marzo y está a cargo de Guillermo Martín Scheibler, titular del juzgado Contencioso, Administrativo y Tributario 13. Además, hubo otro amparo desde la comunidad educativa del Mariano Acosta y se prepara otro por estudiantes secundarios.
“Estamos pidiendo cautelarmente que se exima de obligatoriedad, muchos padres nos dicen por un sinfín razones que no quieren mandarlos obligatoriamente de manera presencial. Por eso ayer volvimos a presentar un escrito pidiendo que avance la cautelar. Y tienen que adecuar el artículo sobre los eximidos y que todos puedan quedar eximidos”, planteó el letrado. Y aclaró que las y los amparistas no están en contra de la presencialidad, sino de la obligatoriedad. En el nuevo escrito, detallaron las medidas tomadas en los últimos días en Uruguay y Paraguay, donde la obligatoriedad de asistir a las escuelas se interrumpió ante el aumento de contagios de covid.
“Están ejerciendo una coerción sobre los padres diciéndoles que si no toman la presencialidad le van a dar la vacante a otro chico”, alertó Mirasole. Remarcó además de, aunque no todos firmaron el amparo, más de nueve mil personas forman parte de un grupo en redes sociales en contra de las clases presenciales obligatorias.
Pese a estos pedidos y a los reclamos y relevamientos de los gremios docentes, la ministra Acuña anticipó que se evalúan flexibilizaciones en los protocolos para que chicos y chicas puedan, por ejemplo, quitarse los tapabocas por momentos y al aire libre en las escuelas.