Desde este martes, aumenta el boleto de subte. El nuevo incremento fue habilitado por el gobierno porteño mediante la empresa Subterráneos de Buenos Aires (Sbase) y pasará a costar $ 58. La actualización se aplicará en cuatro tramos: $ 67, en mayo; $ 74, en junio, y $ 80, en octubre. Quienes utilizan los subtes de la Ciudad como principal medio de transporte no encuentran explicación por este considerable aumento del pasaje. La poca frecuencia de las formaciones y el deterioro del material rodante ocasiona que las y los usuarios viajen cada vez peor.
Uno de los casos más emblemáticos ocurre en la línea B. Si bien su mal funcionamiento data de años, desde hace más de cuatro semanas las demoras se acrecentaron debido a la falta de trenes. Para soslayar el problema, la empresa Emova anuncia constantemente que se debe a medidas de fuerza gremial, situación que es negada por los Metrodelegados. Lo cierto es que más de la mitad de los CAF 6000 -las formaciones cuyos vagones tienen apertura de puertas manual- se encuentra fuera de servicio por causas técnicas y los clásicos Mitsubishi sufren el paso del tiempo, tras 70 años de servicio activo.
Quienes la utilizan a diario no se verán sorprendidos al enterarse de que la línea B enfrenta una crisis de material rodante y es porque sólo 5 de las 14 formaciones CAF 6000 se encuentran en servicio. Los trenes fueron adquiridos durante la gestión de Mauricio Macri como jefe de gobierno porteño. Las formaciones son de segunda mano y fueron compradas al Metro de Madrid, España. La mayoría se encuentran fuera de servicio debido a varios problemas técnicos, pero sobre todo a trabajos de desasbestización. El asbesto es considerado un producto altamente cancerígeno que provoca, además de esta enfermedad, diferentes afecciones en el organismo.
«Tenemos cuatro compañeros con cáncer como consecuencia del asbesto; lamentablemente, uno de ellos falleció. Tenemos también más de cincuenta compañeros con diferentes afecciones como consecuencia de este material, que se encuentra en varias formaciones de la línea B», cuenta a Tiempo Jorge Tano Pisani, de la comisión directiva de Metrodelegados. El referente gremial asegura que esta línea es la que más pasajeros transporta en la Ciudad. «Son más de 200 mil usuarios que a diario solo se movilizan con esta línea de subtes. Es por eso que necesitamos con urgencia nuevo material rodante. Solo tenemos 14, de los cuales andan muy pocos y necesitamos alrededor de 20 formaciones para que el servicio mejore notablemente», agrega Pisani. Si bien no hay una medida de fuerza concreta, las y los trabajadores de los talleres se niegan a intervenir formaciones que contengan piezas con asbesto.
La línea B actualmente se sostiene con los históricos Mitsubishi, los trenes más antiguos, que tienen entre 55 y 70 años. La crisis de material rodante en esta línea es generada no sólo por los desperfectos naturales que sufren los Mitsubishi, sino por la insuficiente compra de los CAF 6000. En las últimas semanas, SBASE reactivó el proceso para la adquisición de 16 nuevos trenes para la línea, que estarían destinados a reemplazar a los Mitsubishi. Un proceso que puede tardar meses o años, dado que se encuentra en la etapa preliminar.
Falsas promesas con respecto al subte
En febrero de 2016, a los pocos meses de haber asumido su primer mandato como jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta lanzó por redes sociales uno de sus tantos augurios incumplidos: «Nos comprometemos a bajar la frecuencia del subte a menos de 3 minutos, incorporando más de 300 vagones con aire acondicionado». Una promesa que, tras siete años, jamás cumplió.
Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) extendió el plazo de la consulta pública sobre el anteproyecto de la licitación para la compra de nuevos trenes para la línea B. El proceso, que había sido lanzado en diciembre pasado, tenía fecha de cierre para el lunes 13 de febrero y luego fue prorrogado hasta el próximo jueves 23. Esta prórroga podría provocar demoras en el lanzamiento de la licitación que SBASE había proyectado para este mes de marzo.
El proceso de consulta pública tiene por objetivo mejorar el anteproyecto de la licitación, incorporando las observaciones de expertos y fabricantes de material rodante potencialmente interesados en participar de la licitación. Meses atrás, el anteproyecto ya había sido sometido a una instancia de consulta con los sindicatos. La iniciativa apunta a la compra de 16 trenes nuevos, de seis coches cada uno. Las formaciones no tendrán cabinas intermedias ni puertas que bloqueen el paso, por lo que la circulación interna será libre de punta a punta de la formación. Los trenes tomarán energía desde la catenaria rígida mediante pantógrafo y no desde el tercer riel.