La Ciudad de la cultura y el respeto a sus artistas callejeros son cosas que ocurren en distintas partes del mundo, pero no aquí en la Ciudad de Buenos Aires. A mitad de su primera gestión como jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta dejó la puerta abierta para que las y los artistas callejeros puedan ser juzgados como presuntos delincuentes.
En julio de 2018, el sector se organizó y se mantuvo en alerta como nunca antes, debido a que el Ejecutivo porteño había enviado a la legislatura una reforma del Código Contravencional que, entre otras cosas, regulaba la actividad artística en la vía pública. Situación que ponía en vías de extinción la principal fuente de trabajo del sector ya que pasarían a ser considerados como “ruido molesto”. Cualquier vecino de la Ciudad estaba habilitado para denunciar en forma anónima a los artistas, por el simple hecho de que lo molestaban, y luego la policía de la Ciudad podía detenerlos y removerlos del lugar.
En varias ocasiones se reunieron con autoridades del ejecutivo porteño para dejar en claro su preocupación al respecto y para pedirles que remuevan esa modificación, pero fueron ignorados. Una vez aprobada la reforma por el oficialismo porteño, los artistas se movilizaron en varias oportunidades para rechazar de plano esta medida, hasta que, luego de diferentes reuniones, lograron modificar el artículo 87 que determinaba: “Quien perturba el descanso o la tranquilidad pública mediante ruidos que por su volumen, reiteración o persistencia excedan la normal tolerancia, es sancionado/a con uno a cinco 5 días de trabajo de utilidad pública o multa cincuenta 50 a cien 100 unidades fijas”; la modificación conseguida fue un agregado que precisa: “Cuando el origen de los ruidos provengan de la vía pública con excepción de las manifestaciones artístico- culturales a la gorra y todas las actividades culturales que cuenten con permiso de los organismos competentes de la Administración Pública, la sanción es de dos 2 a diez 10 días de trabajo de utilidad pública, multa de cincuenta 50 a doscientas 200 unidades fijas o arresto de uno 1 a cinco 5 días”.
Ya en pandemia, mientras el gobierno porteño implementaba sus políticas aperturistas en diferentes sectores, las y los artistas callejeros fueron también relegados, y cada pedido de subsidio económico para el sector era desoído por el gobierno de la Ciudad. Recién en agosto del año pasado tuvieron la posibilidad de empezar a trabajar de su arte, pero de manera muy limitada y gracias a la insistencia del conjunto de los trabajadores.
Pero hace unos días comenzó una nueva avanzada sobre el sector. El pasado 18 de junio publicaron en el Boletín oficial porteño, una resolución que rompía con los últimos cinco años de diálogo con el Ministerio de Cultura de la Ciudad y que habilita la descentralización del control del espacio público, otorgándoles todo el poder de decisión a las comunas. “Esto quiere decir que si ahora queremos trabajar en las calles tendremos que tramitar 15 permisos diferentes, uno en cada comuna”, dijo en diálogo con Tiempo el Presidente del Frente de Artistas Ambulantes Organizados (FAAO), Germán Welchli. “Estamos exigiendo una nueva reunión con el Ministro de cultura de la Ciudad, Enrique Avogadro, para rechazar esta resolución, ya que dicha decisión queda en manos de los presidentes de cada comuna, en personas que nada tienen que ver con la cultura”, adhiere.
Desde el FAAO, denuncian que esta resolución es un nuevo acto de discriminación hacia los artistas, debido a que son los únicos que deben tramitar estos nuevos permisos, mientras el resto de las actividades que se realizan al aire libre, en plazas o parques de la Ciudad, no necesitan de ninguna habilitación formal. “Ya hay casos de segregación y discriminación en algunas comunas, por ejemplo en la 14 o en la comuna 6, donde nos echaron de los espacios públicos, mientras permiten a profesores de gimnasia de yoga o de Taekwondo, que son compañeros, gente que se está ganando el mango al igual que nosotros, no tenemos nada que decir en relación a ellos, al contrario; el problema es que nos echan a nosotros de las plazas mientras a cinco metros se realizan otras actividades donde no les piden ningún permiso”, termina Welchli.
Tiempo se comunicó con los presidentes de las Comunas 14 y 6, Martín Cantera y Federico Ballán, respectivamente; para que den a conocer su postura sobre la prohibición de permitirles trabajar a los artistas en las diferentes plazas, pero no quisieron dialogar con este medio. Por su parte, la diputada porteña Lorena Pokoik, señaló que “el sector de artistas callejeros es constantemente perseguido por el gobierno de la Ciudad y es un absurdo total que ahora la decisión de quién puede trabajar y quién no, quede en mano de los presidentes comunales. Le exigimos al jefe de gobierno Larreta, al vicejefe Santilli y al titular de la cartera de Cultura, Avogadro, que den marcha atrás con esta resolución”, y agregó: “Durante mis 8 años como legisladora porteña presenté varios proyectos para solucionar y reconocer el trabajo de las y los artistas callejeros, pero el oficialismo porteño siempre se negó al debate. Ahora arbitrariamente toma esta resolución desconociendo todas las propuestas. Ya nada nos sorprende”.
Esta tarde, el Frente de Artistas Ambulantes Organizados, se movilizó hacia el ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires para exigir una nueva reunión con el titular de la Cartera, Enrique Avogadro, con la intención de retomar el diálogo y poder trabajar nuevamente en el espacio público, pero no los recibió.