A partir de la medianoche de este lunes, los trabajadores del Hospital Borda van al paro durante 24 horas ante la falta de respuestas por parte de las autoridades a los constantes hechos violentos y de inseguridad que padece el personal.
“¡Hoy decimos basta! La seguridad de los trabajadores no se negocia”, indicaron desde la Asociación de Trabajadores del Hospital, que junto con ATE y la Asociación Gremial de Psiquiatras de la Capital Federal (AGP) adelantaron que realizarán un paro por 24 horas desde las 00 de este martes y a partir de las 10, llevarán adelante una asamblea general, con corte de calle incluido, para determinar los próximos pasos.
“El jueves 13 hubo incidentes en la farmacia con pacientes externos, llamaron e intervinieron primero dos policías que no pudieron hacer nada. Pidieron refuerzos y llegaron unos diez agentes más y estaban decididos a tirar gases, cosa que el jefe de guardia no lo permitió”, recordó una de las fuentes consultadas.
El profesional, que prefiere resguardar su identidad para no sufrir represalias, añadió que al día siguiente, “el viernes aproximadamente a las 23, entró en el pabellón del fondo una persona armada con un cuchillo, encerró a dos enfermaras. Las compañeras que entraban, al darse cuenta del intruso se defendieron de los puntazos con sillas hasta que lo pudieron reducir y se lo llevaron detenido”.
“Esto se suma a una serie de hechos violentos: vandalismo y robos en la guardería, la morgue, anatomía patológica, kinesio”, continuó otra profesional, quien precisó que se registraron “agresiones a dos psicólogas y a enfermeras; también hubo empleados que llevan la comida que fueron interceptados para sacarle la comida y agredirlos”.
Entre otras cuestiones, la trabajadora describió que “desde que se cerró Prisma en Ezeiza, traen pacientes judiciales inimputables con consignas policiales, y la circulación de sus familiares en la zona, generó hechos delictivos”.
“El gobierno no quiere poner policía en el establecimiento y tampoco en el perímetro. El hospital tiene 14 hectáreas y es una zona peligrosa. Estamos llegando a un límite”, concluyeron.