La defensa de la familia de Jorge Gómez, el hombre de 41 años que murió al caer desplomado en agosto del año pasado en San Cristóbal, tras recibir una fuerte patada del policía de la Ciudad Esteban Ramírez, rechazará el requerimiento de la fiscal Ana Cristina Yacobucci, que pretende que la causa llegue a juicio oral como si hubiera sido un homicidio preterintencional. Dicho de otra manera: si no tuvo intenciones de matarlo, la pena sería de apenas un año a tres de prisión.
“Fue un crimen cometido con una feroz brutalidad. Más allá de que previamente la víctima pudiera haber amenazado a alguien con un cuchillo, en ese momento no representaba ningún riesgo. No era la manera de reducirlo”, explicó a Tiempo el abogado de la familia Gómez, Ignacio Trimarco, quien consideró que Ramírez debe ser juzgado por homicidio con dolo eventual agravado por ser policía, con lo cual podría recibir prisión perpetua de resultar culpable.
Trimarco cuestionó la actitud del imputado –se cambió las botas- y de al menos cuatro de sus compañeros que habrían intentado encubrir el hecho al comunicarle al SAME que la víctima había sido encontrada muerta sin mencionar cómo fue el episodio. “Hay otra causa que investiga el encubrimiento, pero no nos dejan participar como querellantes”, se quejó.
El efectivo sigue procesado. Ahora, la jueza Yamile Bernan deberá decidir cómo se debatirá oralmente el caso.