La Defensoría del Pueblo de la Ciudad presentó este viernes los resultados de 2.765 encuestas realizadas a estudiantes de 12 a 19 años sobre las apuestas en línea, una problemática que va en aumento. Las conclusiones fueron elocuentes: pareciera que se trata de “una política pública” que parte tanto del gobierno nacional, como porteño, que además cuentan con un diagnostico equivocado de la situación y, por ende, las recientes normas aplicadas carecen de sentido. 

El trabajo llamado «Adolescentes y apuesta online. Diagnóstico sobre un fenómeno que trasciende el entorno digital” despejó varios prejuicios. Pablo Gordon Daluz, director del Monitor de Derechos de la Defensoría del Pueblo, advirtió: “La encuesta nos sirvió para derribar algunos mitos. Pareciera ser que los chicos solo apostaban en el colegio y entonces había que poner el foco ahí, y que se solucionaba limitando el uso del celular. Resultó ser exactamente al revés. Es el lugar donde los chicos menos dicen juntarse para apostar y jugar”.

Para el politólogo y Magister en Sociología Económica el informe también descartó la “cuestión de los influencers o de la publicidad. Por amplia mayoría los chicos, adolescentes, llegan a las plataformas vía vínculos con sus amigos o familiares. Hay una cuestión de socialización en el juegos de apuestas que parece muy fuerte”. 

El especialista añadió que al contrario de lo que se creía, las apuestas en los deportes no es lo que prevalece, a pesar del gran despliegue publicitario que hay; sino que las plataformas más utilizadas entre los chicos y adolescentes son las vinculadas a los casinos, que tendría intima relación con los juegos online. 

La defensora del Pueblo, María Rosa Muiños, entonces, se preguntó: “¿Qué hizo el Estado frente a esto?”. La respuesta fue menos alentadora. “Sabemos que en 2017 legalizó el juego online. Ahí tenemos un primer problema. En paralelo se votaron un montón de políticas para prever enfermedades como la ludopatía, sabiendo que una vez que se habilitara iba a a tener consecuencias negativas sobre la población en general”, puntualizó.

En otro tramo de su alocución, Muiños, argumentó que “en algunos casos hay un problema de ejecución y control en el seguimiento. En otros, es una política pública, porque el oficialismo armó un caminito discursivo que después lo apoya con los hechos: habilita que los menores de 13 años operen en bolsa, está discutiendo la baja de la edad de imputabilidad, está poniendo en discusión si los niños en vez de ir al colegio pueden ir a trabajar. Están construyendo un adolescente-adulto, un niño-adulto del mundo adulto que tiene que generar recursos para sí mismos, para la familia, para lo que fuere”.

“Entendemos -continuó la defensora- que hay un problema y le queremos sugerir al Estado, ya sea el gobierno de la Ciudad como el Nacional, y otros efectores que pueden ser el Poder Judicial y el Poder Legislativo, que después de un estudio serio, con un montón de elementos y herramientas, un posible rumbo; y el discurso oficial, el más importante, va en sentido contrario”.

Los datos

La encuesta fue autoadministrada, con la presencia de los trabajadores de la Defensoría en los establecimientos educativos. Los resultados dieron que 1 de cada 4 jóvenes de la Ciudad de Buenos Aires hizo una apuesta online al menos una vez, siendo que la mayoría son varones. Ante la pregunta de si alguna vez habían realizado una apuesta online respondieron que sí el 34% de los varones y el 13% de las mujeres.

El 90% de quienes apuestan lo hace con billeteras virtuales. Por esta razón, la defensora Muiños adelantó que le enviaron “un comunicado al Banco Central pidiéndole que instruyera al resto de los bancos para que compartiera con los tutores o encargados de los niños la información de los gastos de los menores que se hacían a través de bancos o billeteras virtuales”. Está claro que no están obligados a hacerlo. “La respuesta (en julio) fue lo estamos evaluando”, se quejó, aunque reconoció que desde Mercado Pago implementaron la medida prácticamente al momento.

El 48% elige casinos virtuales y un 32%, apuestas deportivas. En tanto, un 48% contó que apuesta desde la casa y casi un 10% lo hace desde la escuela. Otro de los datos que echó por tierra ciertos prejuicios, fue que el 73% descubrió estas plataformas mediante amigos/as, conocidos/as o familiares y solo el 26% a través de influencers o publicidad.

Un 39% de los encuestados no sabe si juega en lugares oficiales o no. Y entre quienes sí lo saben, un 36% dice hacerlo en plataformas oficiales, mientras que las ilegales se ubican en tercer lugar con el 24%. 

El dato más preocupante es que el 13,1% de quienes apuestan habitualmente encuentra muy o bastante difícil detenerse, independientemente de si están ganando o perdiendo”, reconocieron desde el organismo, dando a entender los riesgos de caer en la ludopatía.

Respecto a la motivación de por qué apuestan, el 67% dijo que lo hacía en la búsqueda de dinero rápido. “Es la necesidad de hacerse de dinero y sin control, porque en definitiva es como dinero propio. No es ajeno al contexto general. Hoy ves en los medios todos los días esquemas ponzis que afectan a localidades enteras y tienen que ver con lo mismo. Necesidades reales, de tener acceso a dinero y es lo que está en boga en este momento. La vinculación de ganar dinero con facilidad y rapidez”, analizó Muiños.