Pablo Ventura fue excarcelado la noche del martes por orden del juez de Garantías de Dolores, David Mancinelli, tras pasar cuatro noches detenido al ser vinculado en el asesinato de Fernando Báez Sosa por los diez rugbiers en Villa Gesell. En las primeras declaraciones públicas junto a su padre dijo que vivió un “momento muy difícil” por ser acusado de ese homicidio aunque aseguró que tanto la policía como la Justicia lo trataron “muy bien” mientras permanecía encerrado en una celda de la DDI local. Además expresó sus condolencias a la familia de Fernando.
“No lo puedo creer, todavía no caigo”, dijo el joven, tras lo cual confesó haberse apoyado “en los amigos, la familia, en todos los que me quieren” para poder sobrellevar los días de arresto. “Espero volver de a poco a la normalidad”, comentó Ventura, tras lo cual agregó que extrañaba “mucho” a su mamá, quien quedó esperando su regreso en la ciudad de Zárate, donde vive toda la familia: “La extraño mucho, tengo una familia de hierro”, dijo.
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Sin embargo, la vuelta a su ciudad natal se postergará unos días más, ya que el juez Mancinelli ordenó que tanto Ventura como los diez rugbiers detenidos en el marco de la causa sean sometidos a ruedas de reconocimiento mañana, el viernes y dos días más de la semana próxima. El abogado familiar, Jorge Santoro, por su parte, dijo que ellos están a derecho, aunque consideró que la medida era improcedente. En otra entrevista el letrado aclaró que si bien ahora está enfocado en la libertad de Pablo, «hubo daños y perjuicios y la afectación a la dignidad que le han producido a este chico ha llegado a su núcleo familiar, su núcleo de amistades y en el orden social donde se mueve Pablo. Eso tendrá que ir por la vía civil”.
Los diez jóvenes están acusados de manera preliminar por homicidio agravado aunque dos de ellos son considerados coautores y los ocho restantes participantes necesarios. El padre del joven, José María, en la misma entrevista afirmó que permanecerán en la ciudad balnearia “todo lo que sea necesario” para que quede “totalmente claro que Pablo no tuvo nada que ver con todo esto”.
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La hipótesis del padre es que los rugbiers detenidos involucraron a su hijo a modo de mal chiste: “Después de pensar mucho, llegué a la conclusión de que los chicos no estaban sabiendo que habían asesinado a una persona, entonces dieron el nombre de Pablo Ventura haciendo un mal chiste”, dijo Ventura padre, quien se basó en dichos de amigos y conocidos de la ciudad de Zárate que le comentaron que ese grupo “cada pavada que hacían, decían ‘fue Pablo Ventura’, como un latiguillo”.
Además el padre agradeció a los amigos y vecinos de Zárate por el apoyo que recibieron: “Nunca pensamos que en Zárate nos querían tanto, que teníamos tantos amigos. Anoche en la calle nos daban aliento, nos aplaudieron, nos para la gente acá en el hotel, una señora me abrazó y se largó a llorar”, afirmó José María Ventura.
Finalmente expresó sus condolencias a la familia de Fernando Báez Sosa y pidió que la investigación “llegue hasta el final”.