Los conflictos salariales siguen empañando la temporada en Mar del Plata, la principal apuesta política de la gobernadora María Eugenia Vidal. Los guardavidas anunciaron este jueves un paro por tiempo indeterminado a partir del sábado ante la falta de acuerdo con los dueños de los balnearios de la ciudad y también el Municipio.
La protesta, que incluirá movilizaciones en los balnearios de La Feliz, fue anunciada tras una nueva audiencia realizada entre las partes en el Ministerio de Trabajo. Durante el encuentro, el Sindicato de Guardavidas y Afines y la Unión de Guardavidas Agremiados (UGA) -que representan al sector público y también al privado- rechazaron la oferta del 34% de aumento realizada por la Cámara de Balnearios (Cebra) y volvieron a pedir una suba del 40%.
La medida de fuerza comprenderá a los 300 bañeros que se desempeñan en los balnearios privados, pero también a los 400 que trabajan bajo la órbita municipal ya que la paritaria de los primeros fija los salarios del resto.
“Los empresarios dicen que no les dan los costos y que no pueden subir las carpas más de un 30 o 35%; dicen que no pueden asumir el costo de incrementar un 40% el salario”, dijo el secretario general del Sindicato de Guardavidas, Néstor Nardone, a la salida de la audiencia.
El dirigente confirmó que el gremio a su cargo se sumará a las movilizaciones por distintos balnearios ya que, aunque se trate de un conflicto privado, los salarios de los guardavidas municipales dependen de esa paritaria. “Me parece una aberración (la propuesta). Los trabajadores consumen productos de la canasta familiar; todos sabemos lo que han aumentado las tarifas, los alquileres y también los vivos de las obras sociales que nos han aumentado un 100%”, puntualizó y recordó que ya bajaron el reclamo del 46 al 40%.
Por su parte, el presidente de la Cámara Empresaria de Balnearios, Restaurantes y Afines (Cebra), Esteban Ramos, adelantó que solicitarán a las autoridades la conciliación obligatoria. El Ministerio de Trabajo citó a las partes para el próximo martes y podría seguir los mismos pasos que con los empleados municipales.
El martes pasado, para frenar la protesta que puso en jaque a la ciudad nada menos que en el arranque de la temporada, el ministro de Trabajo, Marcelo Villegas, dispuso la conciliación obligatoria en el conflicto que mantuvo durante un mes el intendente local, Carlos Arroyo, con los empleados municipales por falta de acuerdo en torno a la suba salarial 2018. Después de un mes sin limpieza ni servicios básicos en la ciudad, los trabajadores retomaron este miércoles sus tareas habituales y ahora se abre un paréntesis de 15 días hábiles para intentar destrabar la negociación.