Se viene el frío, el invierno. Y también personas que pierden la vida cuando perfectamente se podría prevenir: en Argentina, alrededor de 200 personas al año mueren por intoxicación con monóxido de carbono. «Se trata de muertes evitables, ya que la mayoría de las intoxicaciones son provocadas por el mal uso de estufas a gas, caloventores y cocinas», apunta la Fundación Fundartox. Un enemigo silencioso al que el oficialismo plantea enfrentar con un proyecto de ley que establece la instalación obligatoria de detectores hogareños de monóxido de carbono.
La iniciativa del Frente de Todos (FdT) fue presentada en el Senado con el propósito de «evitar muertes por inhalación que se incrementan durante el invierno». De acuerdo a las palabras del senador Daniel Bensusán (FdT-La Pampa), lo que propone es que las empresas prestadoras de gas natural instalen detectores de monóxido de carbono en los hogares de los usuarios del servicio. Para los beneficiarios de tarifa social, la instalación sería sin cargo.
Apenas el proyecto entre en vigencia, con las nuevas instalaciones domiciliarias se deberán colocar los dispositivos. Habrá un plazo de un año y medio para que la totalidad de los hogares cuenten con los detectores.
“La cantidad de personas fallecidas como consecuencia de la inhalación de monóxido de carbono causa profunda preocupación en toda la sociedad, y es tiempo de que se tomen medidas concretas para prevenir este flagelo, que no reconoce clases sociales, pero que perjudica a quienes menos tienen”, expresó Bensusán.
Agregó que “el promedio de muertes por intoxicación con monóxido de carbono es de aproximadamente 200 personas al año, a las que se debe sumar quienes quedan con secuelas, a veces de por vida”.
Detectores de monóxido de carbono: valores y precauciones
Los valores son amplios. Hoy en el mercado, existen artefactos medidores de monóxido de carbono que van de los $3500 a los $40.000, dependiendo las prestaciones, el tipo de aviso que efectúa, la calidad del artefacto y la marca. Algunos detectan la emanación de gas. La clave es que la alarma se active antes de que las personas sientan algún síntoma de intoxicación, como mareos, náuseas, somnolencia o cansancio.
También hay que tener en cuenta el alcance del dispositivo: puede ser entre 50 y 100 metros cuadrados. Depende mucho cómo es el hogar y cada ambiente. Otro factor a considerar es que algunos no cuentan con certificación de organismos oficiales.
El proyecto establece el órgano de contralor oficial sea el encargado de indicar la cantidad de detectores que deben tener los ambientes, de acuerdo con la superficie de los inmuebles. Su costo podrá ser financiado hasta en 12 cuotas, sin intereses, para los usuarios.
Desde el 2003 el Conicet comenzó a trabajar en un dispositivo. En 2016 el organismo obtuvo una patente por un eficiente dispositivo que corta el gas ante la presencia del CO. Aún no fue reglamentado en el país.
«Cuando se produce una determinada concentración de monóxido de carbono y llega a un umbral de detección, corta el ingreso del gas, evitando la intoxicación. Funciona en cualquier sistema que cuente con una electroválvula y una termocupla. Este sistema que utiliza nuestro dispositivo, constantemente está midiendo el monóxido de carbono y esa lectura el usuario la va teniendo en el celular. Cuando llega a un umbral, envía una señal a la electroválvula del dispositivo, apaga la combustión del sistema”, detalló semanas atrás al medio marplatense 0223 Miguel Ponce, uno de los investigadores del Conicet que desarrolló ese proyecto y actualmente cumple funciones en el Cificen (Centro de Investigaciones en Física e Ingeniería del Centro de la Provincia de Buenos Aires).
Sostuvo que podría ser usado en escuelas bonaerenses (de hecho la Legislatura de la Provincia lo tiene en estudio). Y que desde hace muchos años que en el mundo se adecuaron a este tipo de elementos de seguridad: «Para utilizar este dispositivo hace falta la readecuación del parque gasodoméstico a nivel nacional. Y también donde se puedan incorporar tecnologías que se usan hoy en día en el mundo como el corte individual por artefacto y con corte de gas general”.