Este año nos encuentra redoblando la organización y la lucha, nuestro sector estuvo todo este tiempo en la primera línea de batalla confeccionando barbijos con las promotoras de salud, con las trabajadoras que sostienen las ollas y alimentan a les vecines de barrios populares.
El miércoles vamos a firmar con el ministro de Trabajo una resolución para avanzar en el reconocimiento de nuestro sindicato, fundamental para reclamar por nuestros derechos, como el reconocimiento simbólico pero también material para las compañeras que sostienen las ollas y que pusieron el cuerpo alimentando a las vecinas y vecinos de sus barrios y que siguen sin ser reconocidas como trabajadoras.
La pandemia trastocó a todo el mundo, pero en el caso de las trabajadoras de la economía popular el impacto fue brutal. Muchas compañeras fallecieron poniendo el cuerpo, estando en la primera línea de batalla contra el coronavirus. La pandemia demostró la desigualdad que existe, el hacinamiento, la falta de servicios básicos, quedarse sin changas y perder el alquiler. A pesar de todo eso, fueron las trabajadoras de la economía popular las que pusieron su tiempo y solidaridad. Esas tareas de cuidados y acompañamiento siguen invisibilizadas.
Desde la UTEP planteamos medidas urgentes. La primera es la emergencia en violencia de género para que mujeres en situaciones de violencia tengan herramientas para enfrentar esa situación. Es urgente. Por eso decimos que es con nosotras, que estamos acá, somos las que sostuvimos los barrios, las que pusimos el cuerpo, el alma y el corazón. Este año queremos manifestar nuestra bronca, nuestra impotencia y nuestra urgencia. Nos siguen matando, no queremos llorar a ninguna más. Necesitamos herramientas y políticas urgentes para que dejen de matarnos. «