Comenzó a ser juzgando el presunto violador y femicida de la adolescente Melina Romero, con dos particularidades: sin acusación de la fiscalía y con un jurado que deberá determinar si, Joel «Chavito» Fernández, de 20 años, es culpable o inocente.
Este terrible hecho de violencia de género ocurrió la noche del 23 de agosto de 2014 cuando Melina, de 17 años, salió de su casa rumbo a un cumpleaños acompañada de una amiga. Otras personas dijeron haberlas visto en un boliche. Pero la adolescente, junto a su amiga y testigo, -de identidad reservada- fueron víctimas de la violencia machista grupal, un universo poco investigado. Nos drogaron, nos violaron y Melina no soportó y murió. Luego la tiraron en un arroyo con una bolsa con piedras, declaró en el Tribunal Oral Criminal Nº5 de San Martín.
La testigo nombró en su declaración a siete personas más, quienes habrían tenido participación en los hechos ocurridos la noche del crimen. Pero no participan del juicio porque la Justicia no ha podido encontrar indicios suficientes.
Un mes duró la desaparición física de Melina, hasta que se produjo el hallazgo de su cadáver, que había sido lanzado a un arroyo desde un puente.
Este martes comenzó a ser juzgado por tal aberrante hecho Fernández, quien declaró: Soy inocente no tengo nada que ver y están cometiendo un grave error. Pero de todos modos ya me arruinaron la vida.
Por su parte la testigo de identidad reservada contó que la fiesta donde habían ido se realizó en un templo Umbanda que es propiedad de César Sánchez, quien fue sobreseído de la causa.
Quienes estuvieron a cargo de investigar la violación seguida de muerte de la adolescente estiman que Fernández tenía una obsesión con Melina. Por eso cuando la vio en el boliche la sedujo y la invitó a ella y su amiga a la fiesta, donde las drogaron, las violaron y donde Melina perdió la vida. Tras haber cometido los hechos, los responsables decidieron tirar el cuerpo en un arroyo que está a unos 15 kilometros.
Cabe destacar que el jurado popular que determinará si Fernández, es culpable o inocente está compuesto por seis mujeres y la misma cantidad de hombres. Estas personas son quienes deberán evaluar los distintos testimonios y las pruebas.
La caratula de la causa que enfrenta Fernández, quien esperó el juicio en libertad por falta de pruebas, es «Homicidio agravado por ser cometido con el concurso premeditado de dos o más personas y por la condición de mujer de la víctima, en concurso real con abuso sexual agravado por ser cometido mediante acceso carnal seguido de muerte y privación ilegal de la libertad coactiva». Por lo cual el Código Penal estipula la pena de prisión perpetua.
Ana María es la madre de Melina y solo pide justicia. Es una mujer con el corazón destrozado que aún no puede superar el dolor y la angustia por lo sucedido. Este viernes se conocerán los alegatos y el próximo lunes, la sentencia.