Reducir la intervención profesional en el complejo proceso de la salud y la enfermedad de las personas a una plataforma de delivery es no sólo temerario sino también peligroso.
No existen enfermedades aisladas sino personas enfermas. Y no es posible aplicar solamente algoritmos en la atención de la salud y dejar de lado la mirada integral que considera a cada individuo en su singularidad, pero también con su historia, su entorno y su particular inserción social.
La accesibilidad de la población a una atención de salud integral, en términos adecuados y oportunos, debe estar garantizada a través de políticas públicas, sustentables en el tiempo, con presupuestos acordes a las necesidades y que aseguren iguales derechos para todos y todas.
No es posible aplicar la lógica de mercado cuando lo que está en juego es, nada más y nada menos, la vida de las personas y de las comunidades a las que pertenecen. «
*Licenciada en Trabajo Social. Titular de la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires.