Recién la semana pasada, el Ministerio de Salud de la Nación comenzó a repartir los primeros preservativos de la única licitación que realizó en todo 2016. Salió con once meses de retraso, y de forma parcial. Provincias como la de Buenos Aires debieron salir estos meses a comprar anticonceptivos. Al mismo tiempo, el Boletín Epidemiológico nacional refleja un aumento de casos de «sífilis temprana», especialmente en hombres. Para el Ministerio se debe a que «hay tendencia a un menor uso del preservativo». A este contexto se agregan recortes millonarios a las áreas de Salud Sexual y Sida, concretados esta semana.
«Como en todos lados, en Lanús se ha discontinuado hasta la fecha la entrega de preservativos del Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable, como así también la folletería y todo tipo de material impreso. Y se han sacado los capacitadores y promotores territoriales», enfatiza Daniel Gollán, que dirige el Hospital de Lanús. Poco antes de que dejara de ser ministro de Salud, el 10 de noviembre de 2015, firmó la licitación Nº 55 para adquir 61.107.840 preservativos. La apertura debía ser el 21 de diciembre del año pasado, pero terminó siendo este 10 de noviembre y por casi un tercio: 26.520.000 millones. Bastante menos que los 82 millones que Salud compró en 2013.
En diálogo con Tiempo, el secretario de Salud de Nación, Néstor Pérez Baliño, apuntó a una baja reserva de preservativos de la gestión anterior, y adjudicó las demoras en lanzar la licitación a «problemas jurídicos». Al mismo tiempo, el Boletín Epidemiológico de la semana 45, que llega hasta noviembre, informó que dentro de las infecciones de transmisión sexual, los casos de «sífilis temprana y sin especificar» tuvieron un aumento respecto al mismo período de 2015. En mujeres creció un 3,4%: 153.411 a 158.714. Pero en hombres el aumento supera el 35%: de 76.399 en 2015 a 103.181 este año.
Las mediciones exponen disparidades entre las regiones. En el Centro, Capital Federal y Santa Fe bajaron sus números, pero la provincia de Buenos Aires creció en un 30% (de 6556 a 8571 casos). En el NOA, Salta muestra mejoras y Santiago del Estero refleja un aumento del 3448 por ciento. En Jujuy llega al 785%, de 3639 varones en 2015 a 32.224 este año. Es la provincia con más casos de sífilis por vía sexual.
Pablo Scapellato, profesor de la Universidad Fundación Favaloro y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), aclara que, al existir «cosas difíciles de explicar sin mayores datos» (las diferentes distribuciones entre provincias cercanas, por ejemplo), le resulta «aventurada» cualquier otra interpretación más allá del aumento, aunque advierte: «Con sólo esa información, cualquier disminución de los recursos destinados a evitar infecciones de transmisión sexual, resulta difícil de explicar.»
Para Pérez Baliño, segundo de Jorge Lemus en el Ministerio, una hipótesis del aumento en sífilis temprana se centra en una «tendencia» a usar menos preservativos. Lo relacionó a un factor cultural: «El tema de la utilización del preservativo venía fundamentalmente por dos motivos: por el embarazo y para cuidarse del Sida. Del embarazo, perdió un poco de vigencia, porque por las pastillas anticonceptivas y del día después hay menos temor en el uso del preservativo. Y también hay una pérdida del temor al Sida porque se ha transformado en una enfermedad crónica, no mortal. Entonces hay como una cosa cultural de usar menos el preservativo, como una tendencia. Pedimos que la gente lo siga usando.»
Calculó que, sumando compras de urgencia por pequeñas cantidades, este año se habrán repartido 30 millones de condones. Sin embargo, delegados de ATE de Salud Sexual y Procreación Responsable (SSyPR) afirman que sólo tres millones se repartirán hasta fin de año. El área de SSyPR contaba con 55 integrantes en diciembre pasado. Tras la asunción de Cambiemos hubo despidos, jubilaciones y renuncias. Hoy son 35.
Para Ginés González García, ex ministro de Salud de Néstor Kirchner, el programa de SSyPR «ha sido abandonado». Y se explaya: «Por primera vez empezó a tener carencias tanto de anticonceptivos orales e inyectables, y también profilácticos. Hay que tener en cuenta que un 15% de los usuarios del programa son varones. Todo esto fue modificado parcialmente por provincias que hicieron sus propias compras». Fue el caso de la provincia de Buenos Aires, cuyo accionar generó reclamos entre las dos jurisdicciones.
Una raíz del problema se origina en recortes presupuestarios. De acuerdo a cifras del Ministerio de Hacienda, el programa «Lucha contra el SIDA y Enfermedades de Transmisión Sexual» tenía un presupuesto de $ 2302 millones (lo habían subido un 20% este año tras la devaluación e inflación). Pero desde el jueves figuran 2102 millones. Lo mismo en SSyPR, de 263 millones bajaron a 193 millones. El ajuste viene acompañado por ejecuciones que no superan el 55 por ciento.
Gran parte de los preservativos los pide la Dirección de Sida, que en septiembre sufrió la renuncia de su titular, Carlos Falistocco, quien la dirigía desde 2001 con apoyo de las organizaciones. Una de ellas es la Fundación Huésped, que de cara al 1 de diciembre (Día Mundial de la Lucha Contra el Sida) alertó que cada día unas 15 personas adquieren el VIH y cuatro mueren a causa de esta enfermedad. Nueve de cada diez contrajeron el virus por vía sexual. Quienes usan preservativo reducen el riesgo en un 95 por ciento. «
El 30% de los pacientes con SIDA no lo sabe
En la Argentina, 1 de cada 362 personas tiene VIH, y el 30% de ellas no lo sabe. Así lo informa la nueva campaña de Fundación Huésped titulada «Números que hablan», de cara al 1º de diciembre, el Día Mundial del SIDA.
Hasta el viernes que viene, las personas que se acerquen a realizar sus estudios médicos en 70 centros de diagnóstico de todo el país tendrán la posibilidad de hacerse el análisis de VIH de manera gratuita y sin orden médica. El diagnóstico es clave, pero la edad promedio en que se lo hacen supera los 33 años. De hecho, 89 de cada 100 adolescentes argentinos nunca se realizaron el test. En diálogo con Tiempo, el director Comunicación y Desarrollo Institucional de Fundación Huésped, Leandro Cahn, remarcó que actualmente los avances científicos permiten entender de qué manera controlar la epidemia, cumpliendo la estrategia 90/90/90 de ONUSIDA: «esto será posible si logramos que el 90% de quienes viven con VIH lo sepan, que el 90% de ellos esté bajo tratamiento antirretroviral y que el 90% de los que se tratan tengan su carga viral indetectable. Si se cumplen esos objetivos en 2020, en 2030 estaríamos en condiciones de controlarla».
Para Cahn, «Argentina tiene todo para cumplir con esa meta, pero nos encontramos con inexplicables demoras por parte del Ministerio de Salud que hicieron que lleguemos a este 1º de diciembre prácticamente sin preservativos para distribuir, y con mucha dificultad para proveer algunos antivirales». Cualquier demora enfatiza Leandro «implica pacientes que no pueden acceder a un tratamiento».
El principal problema en nuestro país es que la persona infectada sepa que posee el virus. Por eso desde la Fundación subrayan que uno de los grandes desafíos de la Argentina «es achicar la brecha de quienes no conocen su diagnóstico».