Está sentada en el centro de la mesa. A su alrededor hay por lo menos diez chicas con pecheras, pañuelos verdes, violetas, naranjas, o los tres juntos escuchando atentamente a Nina Brugo. Ella ama hablar con las pibas, contarles su experiencia, recordarles que cada lucha que emprendan es, en sí misma, una lucha feminista.
«Es necesario recordar esto, hablar del feminismo», le dice a Tiempo un ratito después de su exposición espontánea, en una escena que se repite desde que llegó a Trelew, en un bar, en la plaza o caminando por la calle. Brugo, abogada entrerriana, es una de las fundadoras de la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Supo abrirle paso al feminismo que llevaba dentro y replicarlo en cada acto. Desde hace 33 años asiste en forma ininterrumpida al ENM. Emocionada, recuerda a su amiga Liliana Chiernajowsky, que falleció hace tres años y la había acompañado en cada cita. A ella y a Patricia Parra les dedicaron este encuentro.
–¿Qué viste en el primer ENM que nunca más dejaste de venir?
–Aquella potencialidad que vi en las mujeres para una transformación fue la que me transformó a mí. En los ’70, nuestra militancia fracasó por los errores cometidos. Hoy creo que para lograr una sociedad más igualitaria era necesario buscar otra forma. Me enamoré de la riqueza que hay en los ENM, me prendí a eso y por eso no falté más. Hay una cuestión horizontal que hace a los encuentros únicos en el mundo. No son temáticas diferentes como en otros lados, acá abarcamos en el mismo encuentro un montón de cosas. Eso nos mostró la posibilidad de ir cuestionando todo un sistema, toda una cultura patriarcal.
–¿Cómo impactó este año la lucha por el aborto?
–Nosotras, con la Campaña, presentamos tantas veces el proyecto de ley… Hoy veo que la gran marea verde que comenzó hace unos años tiene un punto alto en Trelew, la estamos viendo, la estamos conociendo. Esta marea verde es transformadora. En este momento estamos irradiando lucha: aunque muchas compañeras no sepan que son feministas, tienen que saber si están luchando por sus derechos, son feministas aunque no tengan conciencia de serlo. Entonces, podemos llegar a una sociedad más igualitaria. No solamente desde el punto de vista de la igualdad de género, sino también cuestionando las opresiones económicas y de todo tipo que se sufren, pensando en la igualdad en términos de una sociedad mejor.
–A eso apunta el feminismo.
–Es que no es posible una sociedad mejor donde la mujer no acceda a una construcción diferente junto al varón. Hoy estamos erosionando la hegemonía patriarcal, así como la gota de agua horada la piedra. Aunque no haya salido la ley. Fue indignante. Pensar que en 1991 habíamos estado tantas de nosotras peleando para que saliera la ley de Cupo Femenino. ¿Para qué? Para que vengan estas senadoras que dijeron que «ni se molestaron en leer nuestro proyecto», porque total ellas iban a votar en contra, mandadas por sus convicciones. Las convicciones hegemónicas del patriarcado no pueden estar por encima de todo. Eso es lo que hay que ir transformando.
–¿Qué provoca el feminismo en la sociedad?
–Hay diferentes concepciones. Hay feministas liberales. Yo las respeto en la medida en que no separen los objetivos fundamentales de las transformaciones, y en la medida en que luchemos en conjunto por una sociedad mejor. Y creo que lo vamos a lograr. Brillamos, contagiando el brillo a toda América Latina, llegando al conjunto del mundo con las artistas del movimiento «Me Too», que salieron a decir basta a la violencia del acoso. Pero ya no nos callamos más.
–¿Qué características tiene este Encuentro en Trelew?
–Este es claramente un momento nuevo. Cuando esta mañana escuché el documento que había elaborado la Comisión Organizadora, me pareció que por primera vez habla en forma profunda de feminismo. Eso no pasaba del todo en los Encuentros. Pero también pasó otra cosa. Las oí hablar de feminismo a las compañeras de los pueblos originarios y eso me dejó helada. Nunca había escuchado que hablaran así. Ellas sostenían cierta igualdad con los varones, pero del problema que tienen como mujeres, ahora han tomado conciencia. Y también destaco la cantidad de jóvenes. Ya no nos pueden ignorar. Ahora que sí nos ven, el patriarcado se va a caer y el feminismo va a vencer. «