Juan Carlos Ramírez trabajaba como auxiliar en la Escuela 21 del Distrito Escolar 3, en San Cristóbal. El viernes 26 de marzo comenzó a sentirse mal, se realizó un test y confirmó que tenía coronavirus. Su cuadro se agravó y fue internado en el Hospital Méndez, donde falleció el lunes. La semana pasada se había registrado la primera muerte de un profesor en el distrito tras el retorno de las clases presenciales. En todo el país, los docentes fallecidos ya superan la docena.
“Los sindicatos hacemos responsables a (Horacio Rodríguez) Larreta y (Soledad) Acuña porque esto lo veníamos diciendo. Estaba anunciado este final. Así no se podía volver a la presencialidad”, remarcó en diálogo con Tiempo Agustina Panissa, Secretaria Adjunta de ATE Capital, que representa a los auxiliares escolares. “De los que están afiliados, no tenemos que hayan sido convocados a vacunarse. El auxiliar cumple un rol central en la escuela, recibe a los chicos, y no es cuidado. El año pasado eran los que daban la comida y no se les daban elementos de protección. Nosotros les acercábamos barbijos y alcohol. Denunciamos al Gobierno de la Ciudad junto con la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) por esto, hay una causa en la Organización Internacional del Trabajo. Lo advertimos y pasó”, dijo y agregó que las vacunas están contempladas para este sector recién después de los docentes, cuya inoculación aún va lenta.
“No es casual el aumento de casos al poco tiempo de las clases presenciales. Planeamos que se pueda volver a la virtualidad sobre todo ahora que se viene el frío. ¿Cómo hacés para tener a los pibes con las ventanas abiertas? El Gobierno de la Ciudad no cuida a sus trabajadores”, cuestionó Panissa. Desde UTE coinciden. Este martes habrá “reunión de revisión de protocolos y vamos a plantear que se adopte un sistema más duro de controles, más exigente. Porque el gobierno se niega permanentemente a suspender las clases o a cerrar las burbujas”, criticó Angélica Graciano, referente de ese espacio, que también pide volcarse a un sistema con mayor virtualidad: “Adoptar un sistema que tenga mayor peso en la virtualidad y además que no están llegando los elementos de seguridad, de higiene, que haya más provisión. Lo podrían haber solucionado si compraban tablets para todos los chicos. Se hubiese organizado otra cosa. Es un problema de inversión. Podés usar la presencialidad para el apoyo de esos aprendizajes”. Graciano advirtió además que “estamos viendo que entre ayer y hoy se incrementaron los casos entre estudiantes”.
La situación es preocupante también en otras provincias. Desde el sindicato Ademys llevan relevados 15 fallecimientos en escuelas: cinco en Jujuy, tres en Buenos Aires, cuatro en Tucumán, dos en CABA y uno en Misiones. No se trata de cifras oficiales, por lo que algunas varían de acuerdo a los registros de los distintos gremios.
Bernardo Beltrán, representante de docentes de escuelas privadas en Tucumán, indicó que fallecieron “seis docentes, es la información que manejamos”, desde que comenzaron las clases presenciales el primero de marzo. “Lo problemático no es tanto dentro de la escuela sino afuera. El transporte público. Ayer pasaba por un colegio de nivel medio y estaban 15 chicos reunidos tomando una gaseosa del pico de la botella. Creo que ahí está uno de los temas principales. Por eso uno desde el ámbito gremial está planteando que revisemos cómo está funcionando la presencialidad”, resaltó.
Desde Jujuy, Andrés García –de la Agrupación 9 de abril- indicó a este medio: “Contabilizamos seis casos desde la vuelta a clases presenciales, el 17 de febrero”. En esa provincia el retorno de la presencialidad fue temprano, igual que en CABA. “Hay un debate, hay sectores que plantean la suspensión de la presencialidad, nosotros venimos reclamando a las conducciones gremiales asambleas y espacios en común con las familias, comités de seguridad e higiene, porque creemos que hay una deliberación a hacer con el conjunto de la comunidad educativa. Es un tema complejo pero ante esta perspectiva de tantos fallecimientos, creemos que de mínima los sindicatos deberían convocar al paro y medidas de fuerza, sobre todo para poner en evidencia la situación, que está muy tapada”.
García recordó que el año pasado, durante el primer pico de contagios, Jujuy tuvo zonas con los más altos niveles de circulación del virus y positividad del país. Y advirtió que la estructura sanitaria no está preparada para un nuevo pico.