El diseñador español Paco Rabanne, que introdujo el uso del metal en la moda de lujo y fundó una conocida línea de perfumes, murió hoy a los 88 años en Francia, informó la casa matriz, Puig. «Paco Rabanne hizo de la transgresión algo magnético. ¿Quién sino él podía convencer a la mujer parisina para que exigiera vestidos hechos de plástico y metal?», explicó Puig en su comunicado.
Bautizado por Coco Chanel como el «metalúrgico» de la moda, Rabanne se ganó un lugar especial en ese selecto mundo, armado vestidos con unas pinzas y planchas de metal. Francisco Rabaneda-Cuervo había nacido el 18 de febrero de 1934 en San Sebastián, España, y su madre trabajó como costurera para Cristóbal Balenciaga.
Su padre, el general Rabaneda-Postigo, estaba a cargo del cuartel militar de Guernica durante la guerra civil española, y fue fusilado por las tropas franquistas en 1936. Tras años después, la familia se vio obligada a buscar refugio en Francia.
El origen de Paco Rabanne
Rabanne estudió y se diplomó en Bellas Artes en París (en la sección arquitectura) y comenzó su exitosa carrera diseñando accesorios, joyas, corbatas y botones para Dior, Saint-Laurent o Cardin, consignó la agencia de noticias AFP. Más tarde, se lanzó por su cuenta al mundo de la moda, con la idea de introducir nuevos materiales y técnicas.
En un desfile en 1966 presentó 12 vestidos hechos «con materiales contemporáneos» y por primera vez presentó en la pasarela modelos negras, que bailaron con los pies desnudos. La modelo y cantante Françoise Hardy posó ese mismo año para la revista «Elle» con un traje de baño rectangular, de plástico blanco, diseñado por Rabanne.
El costurero, que siempre se mostraba vestido con una bata de color oscuro y pantalón a juego, trabajó también para la industria del cine y tuvo a cargo el vestuario de películas como «Dos o tres cosas que sé de ella», de Jean-Luc Godard o «Barbarella» de Roger Vadim.
Paco Rabanne creía en la reencarnación, y aseguraba que había tenido otras vidas en el pasado, entre ellas la de una prostituta amante del rey Luis XV. También aseguraba que había visto a Dios, y que había recibido la visita de extraterrestres.