Ya está. La elección ya pasó y las heridas tardarán en cicatrizar, pero el Balotaje servirá para mirarlo con lupa y ver qué sucedió, cómo y dónde, para que Javier Milei sea el flamante presidente de la Nación. En ese contexto, el peronismo/justicialismo/kirchnerismo que quiera plantearse como verdadera oposición deberá hacer un trabajo taxidermista del voto de este domingo.
Para eso puede ayudar un trabajo que hizo ese análisis. Pero antes de la elección. Aunque suene paradójico, hay razones para creer que el informe realizado por la consultora Prosumia días atrás pueda contarnos con detalle lo que sucedió luego. Ocurre que Prosumia fue quien más la «pegó» en los números de su encuesta: aseguró que Milei ganaba por 11 puntos.
Daniel Schteingart, director de Planificación Productiva en el centro de investigación y diseño de políticas públicas Fundar, destacó en sus redes aspectos de la encuesta acerca del voto libertario que, obviamente, al haberse compuesto de 14,4 millones de electores está signado por la heterogeneidad y el policlasismo. De hecho, fue el más votado en provincias donde algunas de sus medidas serían contraproducentes.
Este lunes mismo, Milei abogó por el quite de aranceles a los aparatos electrónicos extranjeros lo que atentaría contra el polo tecnológico de Tierra del Fuego. Sin embargo, ahí el líder libertario ganó. Lo mismo en Neuquén, a pesar de que habla de privatizar YPF y «vender Vaca Muerta». Y venció en distritos esencialmente dependientes de la coparticipación, algo que Milei ya avisó que desea quitar.
Cuentapropistas, profesionales y trabajadores del transporte y los oficios
Volvamos al informe de Prosumia. Aparte de acertar el resultado, la consultora examinó el voto visualizando en qué sectores se hacían más fuerte ambos candidatos (si bien no tiene aclaraciones de edad ni geográficas). Como remarca Schteingart, uno de los primeros ejes es el de la condición de ingreso. Allí Milei pisa con fuerza entre los cuentapropistas (63,5% frente a 30,6% de Massa, con casi 6% de blancos) y los informales. Donde menos lo aceptan es entre los jubilados y pensionados.
En cuanto a la jerarquía de empleo, “Milei tuvo casi 90% de intención de voto en ocupaciones militares. Y grandes diferencias en trabajadores de servicios y vendedores (25 puntos de ventaja)”, subraya el representante de Fundar.
Massa tuvo más eco en los trabajadores agropecuarios, aunque luego veremos que el sector rural en general apoyó más a Milei. También en el administrativo hubo menor diferencia, pero siempre ganando el candidato libertario que, paradójicamente, aparece con un 56,8% de voto en profesionales científicos e intelecturales, a pesar de su propuesta de cerrar el Conicet.
Los que apoyaron a Milei
Schteingart señala que mirando por sectores, el candidato libertario tuvo mucha mayor intención de voto en el mundo del transporte, reparaciones y oficios, construcción, fuerzas de seguridad, comercio, rural e inmobiliarias. Massa en trabajadores de enseñanza, sector público e información y comunicaciones: “llama la atención que Milei también tuvo 11 puntos a favor de diferencia de voto en ocupados industriales, dato a priori sorpresivo puesto que es esperable una retracción de muchas industrias hoy protegidas en un gobierno del libertario”. Lo mismo en salud, donde la propia plataforma de LLA habla de priorizar la privatización del sector.
Por último, la encuesta pregunta por afiliación partidaria. Acá se ve que a Milei no solo lo votaron antiperonistas acérrimos: 29% de quienes se sienten cercanos al PJ lo habrían apoyado, casi el 60% de los de la UCR y 75% representados en el PRO. En cuanto a no afiliados, un 55% se inclinó también por LLA.
Mutaciones de la estructura social
Hay una situación que el peronismo debe observar y accionar si desea ser competitivo en los próximos años: el tejido social cambió, está cambiando, hay nuevos actores en escena que no están siendo interpelados. Y se precisan estrategias para alcanzarlos e incluirlos en un mensaje popular y público.
En su artículo de este lunes en Le Monde, José Natanson refiere a «las mutaciones estructurales que viene atravesando la estructura social, ese mundo nuevo hecho de desigualdades superpuestas, emprendedorismo popular y digitalidad omnipresente».
Y acota que el líder de LLA «supo representar un deseo de reseteo, de shock. Milei encarna novedades: se ha comentado poco en estos días, pero no debe ser casual que en un momento en que la juventud sufre la precariedad y la falta de perspectivas sea el presidente más joven desde la recuperación de la democracia».