Un diariero y un comerciante fueron asesinados a balazos en dos hechos de robo ocurridos en menos de seis horas de diferencia y a unas 25 cuadras de distancia uno de otro, en el partido bonaerense de Tres de Febrero, y los investigadores intentaban determinar si en ambos crímenes actuaron los mismos delincuentes.
Las víctimas fueron identificadas como el canillita Fabián Manduca (49) y el dueño de un comercio de venta de productos de granja, Manuel Antonio Palacio (51).
Fuentes policiales y judiciales informaron a Télam que el primer hecho ocurrió en los últimos minutos del miércoles, alrededor de las 23.15 cuando Palacio intentaba estacionar su auto en el garaje ubicado a dos cuadras de su casa. En ese momento, el hombre fue interceptado por asaltantes que quisieron robarle, uno de los cuales le efectuó varios disparos que le impactaron en el pecho y en la pierna derecha, a la altura del muslo.
Palacio quedó tendido al costado de su vehículo, que estaba subido a la vereda, y murió a los pocos minutos, mientras que los asesinos huyeron. Efectivos de la comisaría octava de José Ingenieros arribaron al lugar y hallaron cuatro vainas servidas en la escena del crimen.
Además, los investigadores realizaron un relevamiento en la zona en busca de cámaras de seguridad que pudieran haber captado el momento del homicidio y la huida de los asaltantes, que no llegaron a robar.
«El hombre era muy conocido en el barrio, para mí que lo estaban esperando porque sabían que tenía un comercio y se querían robar la recaudación del día», contó Jorge a la prensa, quien aseguró que «la ambulancia tardó cuarenta minutos en llegar y nada se pudo hacer por él».
El hecho es investigado por el fiscal Carlos Insaurralde, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 del Departamento Judicial San Martín.
En tanto, seis horas después y a unas 25 cuadras del crimen de Palacio, Manduca aguardaba parado en la esquina de Bartolomé Mitre y Zanella, en Caseros, la llegada del camión de diarios. El hombre tenía previsto cargar los periódicos en su camioneta estacionada a pocos metros, ya que hacía dos meses había adquirido un puesto de venta.
En ese momento, el diariero -que estaba retirado de la Policía Federal desde 1996- fue abordado por tres ladrones que se acercaron caminando y dos de ellos comenzaron a forcejear con él. Una grabación de una cámara de seguridad registró el momento en el que el canillita y uno de los delincuentes que estaba armado cayeron al piso, tras lo cual el cómplice tomó la pistola con la que efectuó un disparo que impactó en la frente de Manduca mientras estaba tirado en el suelo.
Los delincuentes se apoderaron de la camioneta de la víctima que luego apareció incendiada en el barrio Ejército de Los Andes, de Ciudadela Norte, conocido como «Fuerte Apache».
Manduca murió en el lugar antes de ser asistido, en tanto la Policía y el fiscal Marcelo Sendot, también de la UFI 3 de San Martín, trabajaron en la escena en busca de rastros que puedan conducir a los criminales. Los pesquisas procuraban determinar si pese a la diferencia horaria los crímenes fueron cometidos por la misma banda, ya que en ambos casos se secuestraron vainas servidas de calibre 9 milímetros.
El pedido de los canillitas
El Sindicato de Canillitas difundió un comunicado bajo el nombre de Dolor, indignación y pedido de justicia por la muerte de Carlos Fabián Manduca en donde exigen justicia y seguridad para sus colegas.
Texto completo:
«El Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Provincia de Buenos Aires quiere expresar su indignación y dolor por el asesinato de Carlos Fabián Manduca quien fue abordado antes de comenzar su reparto por tres sujetos que, sin mediar pedido, terminaron con la vida de nuestro compañero», comienza el texto.
Carlos Manduca era integrante de una tradicional familia canillita de Tres de Febrero, más precisamente de la localidad de Caseros. Hace pocos meses decidió seguir con el legado familiar y abrazar esta noble profesión, hoy todos esos sueños quedaron truncados por tres energúmenos.
Frente al dolor y la desesperación que significa un nuevo hecho de inseguridad en nuestra actividad, la Organización exige a las autoridades municipales, provinciales y nacionales un plan urgente de seguridad que garantice que los 5 mil trabajadores de la actividad puedan desarrollar su labor con tranquilidad.
Cabe recordar que la actividad de venta y reparto de diarios, revistas y afines es una profesión centenaria que se desarrolla principalmente en horas de la madrugada y en cada uno de los rincones de nuestro país.
Este doloroso hecho ocurrido esta madrugada reafirma dolorosamente el pedido que la Organización Sindical viene realizando desde hace varios años, cuando en una situación parecida perdiera la vida Juan Juani Ignacio Mancuso, en el año 2008.
Finalmente el Sivendia informa que se encuentra en constante comunicación con los familiares de Manduca y dispuso de todos sus servicios para acompañar a sus deudos en este inexplicable y doloroso momento».
Seguridad ya, Justicia por Carlos Manduca.