Alguien me propuso escribir sobre el Paro de Mujeres de este 8 de marzo que se viene. Es un paro internacional y los preparativos se sienten. ¿Las mujeres se preparan para ir a la marcha a la hora indicada o desde el momento de despertar?
Ese día, los hombres plancharán sus camisas, llevarán los niños al colegio, harán la comida, barrerán los pisos. Algunos dejarán de maltratarlas. Las empresas subirán los sueldos de sus empleadas. ¿Aprenderán a respetar? ¿Sentirán la falta, el vacío?
Algunas pararán, otras no, indudablemente, pero lo que sí tendría que parar de una buena vez es la desigualdad, la violencia, el machismo, la impunidad de matar y de violar derechos.
Yo no soy mujer pero pienso marchar desde mi travestismo, con mi parte femenina a flor de piel. Esa parte femenina que todos los supermachos tienen y quizá con superioridad altanera necesitan esconder o negar. Más de uno debe tener el culo lleno de preguntas. Al mío ya no le queda nada por preguntar.
¡Muchachos, píntense los labios, cálcense una pollerita y vengan a marchar! Eso sí si alguien les toca el culo o le dice guarangadas, no les vayan a pegar. Tengamos la fiesta en paz.
*Escritora, actriz y performer.
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