“Me pusieron un número con un alfiler, me dijeron que no tomara agua por 24 horas, y me dijeron que en ese momento no tenía ni nombre ni apellido y que yo era el N°478”, recordó Héctor Aníbal Ratto ante los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de San Martín. El testigo es el único de los siete trabajadores de la empresa Mercedes Benz que fueron secuestrados por la dictadura militar en Campo de Mayo. Esta semana declaró en el juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos en ese centro. A pesar de que entre los 20 acusados que tiene el debate no hay civiles, el testimonio del ex trabajador permitió comprender la complicidad civil empresaria con la dictadura: contó que fue secuestrado dentro de la fábrica, vinculó los secuestros con los reclamos gremiales y recordó que presenció cuando un directivo dio información de un trabajador a los secuestradores.
El juicio que comenzó el 29 de abril pasado tiene en el banquillo de los acusados a veinte militares, gendarmes, policías y civiles de inteligencia por crímenes de lesa humanidad cometidos contra 323 víctimas, entre ellas 14 embarazadas. Reúne, en total, 169 casos, entre ellos los secuestros de los trabajadores de Mercedes Benz.
Ratto contó en el juicio que fue secuestrado el 12 de agosto de 1977, 42 años y nueve días antes de sentarse ante los jueces Omar Gutiérrez, Silvina Mayorga y Nada Flores Vega, del TOF1. El testigo recordó que ese día fue citado por el Gerente de Producción, Juan Ronaldo Tasselkrautz, en su oficina. Allí se encontró con dos policías de civil. “Tasselkrautz me dijo que había venido personal que decían que era policía a buscarme, pero que iban a retirarme de ahí personal del Ejército”, recordó.
Ratto recordó que en la oficina de Tasselkrautz presenció cuando el gerente les dio a los policías la dirección del trabajador Diego Nuñez, quien luego fue secuestrado en su casa. “¿Quien le pasa la dirección de Diego Nuñez?”, preguntaron los jueces. “Yo presumo que la llamada era directa y era de la oficina de personal donde tienen todos los datos de los trabajadores. Tasselkrautz recibe la llamada y le pasa el teléfono a uno de los policías y ellos anotan en un papel la dirección”, respondió el testigo.
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Ratto fue sacado de la empresa por un comando militar. Esa misma noche lo llevaron a la comisaría de Ramos Mejía, donde días después lo hicieron firmar su salida y, al mismo tiempo, fue secuestrado en el baúl de un auto por los mismos policías que había visto en la oficina de Tasselkrautz. Fue llevado a Campo de Mayo donde, de inmediato, lo torturaron.
-¿Que le preguntaban?.
-Sobre si conocía gente que trabajaba en la fábrica que tuviera relación con algún partido de izquierda, o con el PRT o con Montoneros. -recordó el testigo.
Con el Nº478 fue llevado a un galpón donde había unas 30 persona, hombres y mujeres, tiradas sobre colchonetas y amarrados por los pies por una cadena.
Ratto explicó que los trabajadores secuestrados estaban vinculados a una huelga del año 1975, que se produjo en el marco de un conflicto con el sindicato SMATA, a quien le disputaban la conducción de la Comisión Interna. En ese contexto los trabajadores habían tomado la fábrica y la empresa había despedido a 117 obreros. “Todos los desaparecidos, los secuestrados de Mercedes Benz estaban dentro de esa lista”, contó en el debate.
Los trabajadores desaparecidos son Alberto Francisco Arenas, Juan José Mosquera, Jorge Alberto Leichner Quilodran, Alberto Gigena, Diego Eustaquio Nuñez y Fernando Omar Del Contte. Solo el testigo sobrevivió.
Ratto contó que tras permanecer en Campo de Mayo lo devolvieron a la comisaria de Ramos Mejia, desde donde recuperó la libertad el 8 de marzo de 1979.
La declaración de Ratto se sumó a los testimonios que se vienen vertiendo en el juicio que involucran a Tasselkrautz y al gerente de Asuntos Jurídicos de la empresa Mercedes Benz, Rubén Pablo Cueva, quienes no fueron involucrados en el expediente a pesar de los pedidos del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que representa a los trabajadores secuestrados y desaparecidos de la automotriz.
El debate por Campo de Mayo, que reúne ciento sesenta y nueve casos, comenzó con la causa que indaga en los secuestros de los trabajadores de la Mercedes Benz. Desde el primer día, los testimonios recordaron los secuestros de trabajadores, señalaron la complicidad del Smata y de la empresa y señalaron la presencia de espías del Destacamento de Inteligencia 601 en la planta fabril. Con su testimonio, Ratto agregó que la información se entregaba a los secuestradores sin intermediarios en la planta fabril.