El adolescente que conducía el auto en el que viajaba como acompañante Lucas González aseguró que luego del ataque los policías que les dispararon y que mataron a su amigo el miércoles en Barracas, les dijeron que eran «unos villeros» y que les «tenían que dar un tiro en la cabeza a cada uno».
«Nos trataron mal, nos pusieron las esposas, nos tiraron al piso, nos preguntaron de dónde éramos, nos dijeron que éramos unos villeros y que nos tenían que dar un tiro en la cabeza a cada uno», aseguró al canal IP Julián, amigo de la víctima, sobre el momento en que fueron detenidos tras el homicidio de Lucas.
El joven relató que la situación fue «horrible» ya que ellos venían de entrenar luego de haberse levantado temprano. «Nos habíamos encontrado en un punto, fuimos al predio hablando de cosas de cuando éramos chiquitos, fuimos a entrenar salimos a comprar un jugo, hasta que pasó esta situación de mierda que nos trataban de delincuentes cuando lo que queríamos era llegar a nuestra casa para decirle a nuestra familia que íbamos a volver a entrenar el viernes», indicó.
Julián señaló que los policías «apenas se bajaron» empezaron a dispararles. Como él y sus amigos pensaban que eran delincuentes que querían robarles, buscaban a policías que los «ayuden».
«Vi a uno que estaba recorriendo la zona, le toqué bocina y no me ayudó, siguió de largo. En esos segundos manejaba y a Lucas lo tenía en la rodilla, me tocaba la mano en mi pierna y no lo podía creer», recordó.
«Estaba asustado, llamé a mi mamá, hasta que llegaron un montón de policías que nos trataron mal, nos pusieron las esposas, nos tiraron al piso, nos preguntaron de dónde éramos, nos dijeron que éramos unos villeros y que nos iban a meter un tiro en la cabeza a cada uno. Nos preguntaron dónde teníamos falopa pero no fueron capaces de asistirlo a Lucas», resaltó el amigo.