Históricamente, jueces, fiscales, camaristas y aun miembros de la Corte Suprema trataron las resoluciones que se toman en las causas penales en función de quiénes son las personas involucradas. No se trata igual a un empresario que a un obrero, ni se trata igual a un pibito de Villa Fiorito que a un comisario o a un policía, tenga el grado que tenga. Y esto se acentúa con un gobierno como el actual, que incentiva y proclama su apoyo político al gatillo fácil cuando trata como a un héroe a un policía que dispara por la espalda.
El periodismo debería investigar, en cualquier Cámara de Apelaciones en lo Criminal, Federal o de cualquier provincia, cuántas personas procesadas están esperando el juicio presas, por causas de homicidio u homicidio calificado, y cuántas están en sus casas. Y después hacer el mismo cálculo respecto de policías, prefectos, gendarmes y penitenciarios en esa condición. Los jueces son los perros guardianes del sistema. «
*Coordinadora contra la represión policial e institucional (CORREPI)