Graciela tiene la farmacia en Berazategui y como varios cientos de colegas fue a la Plaza Lavalle a manifestar su rechazo a la posibilidad de que la Corte Suprema acepte el planteo de Farmacity de instalarse en la provincia. Portaba un cartel que lo decía todo: “Las farmacias del barrio pueden desaparecer”. El homenaje a Charly García era en primer lugar porque Graciela dice que es un tema de su época.
«¿Le recuerda algo en particular, tiene relación con algún dinosaurio?», preguntó Tiempo. Ella se encogió de hombros y siguió gritando con el resto de la pequeña multitud de guardapolvo blanco, mayormente, y mirada profesional.
Concentrados, frente a una enorme pantalla que seguía las vicisitudes de la audiencia que se desarrollaba en el interior del Palacio de Justicia para tratar una cuestión que para todas las instancias judiciales de la Provincia de Buenos Aires ya están agotadas, habían tenido que cerrar sus locales para poder expresarse.
Para la justicia bonaerense, la ley vigente desde 1987 establece claramente que no puede haber sociedades anónimas al frente de una farmacia. Y no por una cuestión meramente comercial, sino que se trata de un modelo sanitario basado en la atención de un puesto de venta de medicamentos por parte de un profesional de la salud que sea propietario del establecimiento.
Podía adivinarse a quién correspondía cada intervención de alguno de los expositores, porque los manifestantes, nucleados en el Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Buenos Aires, abucheaban o aplaudían cada frase. O mantenían el suspenso ante los cortes de la transmisión, que se había a través de la página del Centro de Información Judicial (CIJ)
“Se tiene que cumplir la ley- dijo Alfonso, de la localidad de San Martín- esto ya pasó por todos los jueces de la provincia y estaba totalmente decidido”.
-¿Y qué ocurrió?
-Ocurrió que una persona que tiene poder logró llevar el caso a una situación federal. Ahora estamos esperando que todo termine de la mejor manera. La ley que tenemos en brillante, un modelo para Sudamérica, si triunfa el modelo que propone esta persona, solo va a haber farmacias en los lugares privilegiados-
El farmacéutico no le puso nombre a “la persona” que logró llevar el caso a la Corte Suprema de la Nación, pero se trata de Mario Quintana, ex vicejefe de Gabinete, fundador de Farmacity y que asegura haberse desprendido del paquete accionario de la firma, aunque los profesionales de la salud descreen de que eso haya sucedido.
Las sospechas de los boticarios bonaerenses se asientan en que, además de todo este entramado de un alto funcionario del gobierno de Cambiemos forzando por echar por tierra con una ley que ya tiene más de 30 años, dos jueces del alto tribunal, los más nuevos, anunciaron que se excusaban de intervenir en este caso por sus vínculos con la empresa.
Es que Farmacity inició la demanda en 2010 mediante el estudio Bouzat, Rosenkrantz y Asociados, al que perteneció el actual presidente del tribunal, Carlos Rosentkrantz. Horacio Rosatti no explicó las razones pero se sabe que trabajó junto a una abogada que había sido directora de la oficina jurídica de Farmacity.