El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires calculó que 1147 personas vivían en situación de calle en el distrito en 2019. El censo popular realizado por organizaciones sociales, en cambio, relevó a 7251 personas en esa condición. Más del séxtuple. A partir de un acuerdo alcanzado la semana pasada, el Ejecutivo porteño comenzó a admitir falencias en sus mediciones. Lo hizo al convocar a organizaciones de la sociedad civil para conformar una mesa de trabajo que defina una metodología y, a partir de ahora, realizar el censo de forma conjunta.
“Esto no es sólo una cuestión técnica sobre cómo debería hacerse el cálculo. Lo que está en juego en el medio son 6000 personas que no estaban siendo contabilizadas. Necesitamos tener un diagnóstico certero. Mientras no haya números que permitan pensar políticas públicas integrales, difícilmente vamos a poder revertir esta situación”, advirtió Rosario Fassina, coordinadora del Programa Derecho a la Ciudad de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), una de las organizaciones que firmó el acuerdo alcanzado con Ciudad.
Firmado el 23 de diciembre, establece la creación de una mesa de trabajo integrada por todos los actores que abordan la temática en el ámbito capitalino. Por primera vez trabajarán juntos para definir la metodología del censo anual dispuesto por la ley 3706 hace ya una década y reclamado desde entonces. Participarán ACIJ, Asamblea Popular por los Derechos de las Personas en Situación de Calle, CELS, Defensoría del Pueblo de la Ciudad, Dirección General de Estadísticas y Censos, Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat, Ministerio Público de la Defensa de la Ciudad MTE, Movimiento Popular La Dignidad (Red Puentes) y Proyecto 7.
“Veíamos muchas falencias que tenía el censo que llevaba adelante la Ciudad y el conteo del Buenos Aires Presente (BAP). La metodología no estaba brindando un número que reflejara la realidad de lo que estaba sucediendo en la calle. Por ejemplo, no se hacía un barrido territorial general de la ciudad sino la utilización de un muestreo en los barrios, sólo donde hay alta concentración de personas en situación de calle. Por eso en 2017 y 2019 varias organizaciones fueron a disputar estos datos armando el censo popular con otra metodología, que dio una cifra bastante distinta”, remarcó Fassina, en diálogo con Tiempo Argentino. Y consideró que el acuerdo implica “en parte un reconocimiento de la lucha de varias organizaciones que ponen el cuerpo en la calle, como Proyecto 7, que vienen peleando para que el Gobierno de la Ciudad reconozca los datos reales”.
Además, la socióloga advirtió que la pandemia “puso de relieve que la vivienda es un derecho y que de éste dependen muchos otros, como el derecho a la vida. La pandemia puso en jaque la importancia que tiene encarar con seriedad el derecho a la vivienda y las políticas habitacionales son más urgentes que nunca. El contexto lleva a no poder seguir mirando hacia otro lado”.
Si bien los últimos datos censales son de 2019, la estimación es que en el marco de la crisis económica y sanitaria hubo un marcado crecimiento de la población en situación de calle. A principios del nuevo año comenzará a trabajar la mesa, para definir la metodología y encarar el próximo censo. “Es un paso importante para empezar a pensar políticas integrales y significa una oportunidad histórica de poder incidir en políticas públicas que no ataquen solo la emergencia”, como los subsidios y las plazas en paradores.
“Que nos hayan convocado a discutir con ellos el censo y reconozcan la trayectoria de las organizaciones en la materia y el esfuerzo que se hizo en los censos populares parecería ser un primer guiño para comenzar a tomarse en serio la problemática”, destacó la referente de ACIJ.
“En este año tan excepcional, no dejamos detrás un tema central de nuestra agenda. Esta firma refleja nuestra convicción de que para abordar ciertos temas hay que hacerlo con el consenso de todos los actores para asegurar políticas de largo plazo. Quiero destacar en este sentido la voluntad y compromiso de todos los actores por llegar a esta instancia que es un punto de partida”, destacó María Migliore, ministra de Desarrollo Humano y Hábitat.
“En este contexto de pandemia y con un virus acechando, se vuelve todavía más complicado. El mensaje es ‘quedate en casa’ cuando hay un montón de gente que no tiene casa. Y la crisis sanitaria profundizó la crisis preexistente e hizo que muchas personas queden en calle o en riesgo de estarlo”, remarcó Fassina. El próximo censo le pondrá cifras a esta realidad.