Si bien el protocolo médico en respuesta a posibles casos de coronavirus ya se ha activado en casi medio centenar de casos en distintos centros de salud de la Argentina, lo cierto es que las máximas autoridades sanitarias, comenzando por el ministro Ginés González García, insisten en que hay otras dos cuestiones que, en la coyuntura epidemiológica, hoy generan igual o más preocupación: el brote de dengue, que desde mediados de 2019 registra al menos dos muertes y un ciclo epidémico récord en las Américas –con más de 3,5 millones de casos en toda la región– y que podría presentar un pico de contagios en el país a principios de marzo; y el de sarampión, que hasta este martes acumula 156 casos y una muerte. Un cuadro que no se daba desde 1998.
Entonces, la emergencia de salud pública internacional por la aparición del nuevo coronavirus y la eventualidad de una pandemia, que está produciendo una verdadera psicosis global, podría pasar a ser lo prioritario en la Argentina en cualquier momento. La expansión del virus por el mundo es tal que no extrañaría que, a pesar de los mecanismos de alerta y vigilancia en aeropuertos y otros puntos de ingreso al país, en las próximas horas se conozcan más casos importados. De hecho el conocido esta tarde provino de un viaje al norte de Italia.
«Seguimos con un sistema de alerta temprana, aislamiento y, en caso de ser positivo, tratamiento y contención para que no se disemine el virus», remarca en cada una de sus apariciones el ministro de Salud, Ginés González García.
Pero mientras el coronavirus empieza a registrar sus primeros resultados concretos, los casos de dengue crecen a mayor velocidad, a la sombra mediática: el Ministerio de Salud informó que en el país hay 680 contagiados de manera autóctona en 13 jurisdicciones. Pero no sólo eso, a ellos se agregan 156 de sarampión, ocho de ellos importados. Un número inédito en este siglo. La secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, explicó que las estrategias para la prevención y el control del dengue se centran en “la minimización de la proliferación de las larvas de los mosquitos».
Sobre el sarampión, resaltó la importancia de que «todos los bebés de 6 a 11 meses» se vacunen y «todos recibamos las vacunas del calendario nacional».
El doctor Tomás Orduna, jefe de Medicina Tropical del Hospital Muñiz, señaló que lo más importante para la contención del virus es «disminuir la cantidad de mosquitos. Es muy importante el compromiso para evitar tener criaderos», y añadió que tres o cuatro de cada cinco personas «no van a tener expresión clínica, se van a infectar y no se van a enterar». Y completó: «Lamentablemente los dos pacientes que fallecieron por dengue llegaron tarde a la consulta médica y muy deteriorados».