Metrodelegados liberararon este miércoles desde las primeras horas de la mañana los molinetes de ingreso a la estación Lacroze del subte B en reclamo de mejoras laborales y por la presencia de asbesto en las formaciones que realiza recorrido habitual entre las estaciones Leandro N. Alem y Juan Manuel de Rosas.
La medida es en el marco del plan de lucha que llevan desde hace meses por la presencia de material cancerígeno en la red de subterráneos que perjudica no sólo a los trabajadores sino también a los usuarios. La protesta comenzó a las 7 de la mañana y no afectó el servicio, que se desarrolló normalmente y sin demoras: los usuarios pudieron ingresar y tomar el servicio público sin costo de pasaje.
El cuerpo de representantes de base de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (Agtsyp) denunció hace más de un año la presencia de asbesto en los vagones CAF 5.000, que el gobierno de la Ciudad compró usados al Metro de Madrid.
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A partir de las denuncias en España luego de la muerte de por lo menos cuatro trabajadores del metro capitalino , los trabajadores del subte comenzaron a reclamar a la empresa que se saquen de circulación esos vagones. Luego de varios meses de medidas de fuerza y protestas, finalmente fueron retirados.
Sin embargo, un estudio de la Universidad Nacional del Sur determinó que también tienen asbesto los coches Mitsubishi comprados usados a Japón y que sí siguen funcionando. “El 66 por ciento de los materiales que tienen los coches Mitsubishi que todavía forman parte de la flota de la Línea B, tienen el mismo componente, el asbesto, también llamado amianto, cuyo uso está prohibido en todo el mundo y desde el año 2001 en la Argentina”, señaló a Página 12 Francisco “Pancho” Ledesma, secretario de Salud del sindicato.