A 24 horas de la presentación del denominado proyecto de Ley de Humedales, Tiempo dialogó con su autor, el diputado nacional Leonardo Grosso quien se mostró optimista respecto al futuro de la norma, a pesar de que sea la cuarta vez en ingresar al Congreso.
La iniciativa contempla la creación de un Inventario Nacional de Humedales para conocer cuántos son, dónde están, qué características tienen y qué función cumplen en cada zona. Además, se propone penalizar los incendios intencionales en estos territorios y busca regular, entre otras cuestione, la aplicación de sustancias contaminantes, productos químicos o residuos de cualquier origen, fumigaciones incluidas.
– Esta es la cuarta vez que se presenta un proyecto al respecto… ¿Por qué en las tres oportunidades anteriores se perdió el estado parlamentario?
– Porque entendemos que es un tema que aborda muchos intereses económicos, desde desarrollos inmobiliarios, productivos, agrícolas, ganaderos que se oponen a que haya una regulación estatal para proteger determinados ecosistemas que conviven en los distintos humedales que hay en el país. En función de esto, suceden diferentes presiones en el proceso de construcción de un proyecto de Ley y eso siempre terminó con un resultado negativo para nuestro país que fue la caída del estado parlamentario de la Ley de Presupuestos Mínimos para Proteger los Humedales.
– En las dos primeras oportunidades la norma contó con media sanción… en esta última ni siquiera llegó a tratarse… ¿Por qué?
– La última vez logramos unificar, bajo mi presidencia en la Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano, los diferentes proyectos que tenían como fin la protección de humedales presentado por las distintas fuerzas políticas, de todos los bloques partidarios, hicimos cuatro audiencias públicas en las cuales todos los sectores pudieron acercar su aporte y fueron escuchados; desde científicos, desarrolladores, referentes de la producción agropecuaria y ganadera, todos y cada uno de ellos hicieron sus aportes y fueron tenidos en cuenta porque consideramos que así podemos tener un amplio consenso y elaborar el mejor proyecto de Ley de Humedales. No tengo dudas de que este es el mejor proyecto, que se viene debatiendo desde hace 10 años. Primero, lo presentó el socialista (Rubén) Giustiniani y después lo presentó (Fernando) Pino Solanas. Estas dos últimas veces fue presentado por mí.
– ¿Cree que esta vez finalmente se convertirá en Ley?
– Tenemos muchas esperanzas de que sí. Consideramos que hicimos un proceso en donde todos los actores involucrados en la actividad que se lleva a cabo en los humedales fueron escuchados, y sus aportes e inquietudes fueron tenidos en cuenta. Eso se ve reflejado en el acompañamiento que tuvo la presentación con más de 25 diputados y senadores de todas las fuerzas políticas, no solamente del oficialismo: desde el FIT, el Frente de Todos, hasta Juntos Somos Río Negro. Todos acompañaron esta iniciativa, lo mismo sucede con el Ministerio de Medio Ambiente que apoya este proyecto de ley. Consideramos que esta vez hemos conseguido una base social, política que nos permitirá construir los consensos necesarios a la hora de votar.
– De todas maneras, el proyecto atravesará otras comisiones además de la de Recursos Naturales…
– Lo que sucederá luego de que nosotros podamos emitir algún dictamen, cuando se conforme la Comisión de Recursos Naturales, es que en las siguientes comisiones a las que gire el proyecto no haya ninguna duda de la urgencia que significa tener una Ley que proteja nuestros humedales. Que no es ni más ni menos que la protección de montón de ecosistemas que nos ayudan a combatir las consecuencias gravísimas del cambio climático. Se crea la idea de que esta Ley viene a prohibir. Y no es así, sino que viene a regular la actividad dentro de los humedales.
– Los incendios en Corrientes dejaron en evidencia la vulnerabilidad del ambiente en la región… ¿qué hubiera cambiado si la Ley estuviera en funcionamiento?
– Como primera medida, no podríamos hablar de qué hubiera cambiado si la Ley estuviera en funcionamiento. Lo que sí sabemos es que no hubiese pasado lo que pasó. La ley de Humedales es clara respecto a la conservación y la protección de los mismos. Tenemos que dejar de lado esta dicotomía de la producción y desarrollo versus ambiente. Podemos cuidar el ambiente teniendo prácticas sustentables que respeten los ecosistemas. Lo importante de esta ley es entender la imperiosa necesidad que tenemos de proteger los humedales y eso solo lo podemos lograr regulando la actividad que se realiza en ellos, porque hasta ahora sin regulación hemos tenido prácticas arraigadas en las culturas de cada región que solo destruyeron esos ecosistemas. Lo vimos en el Delta del Paraná, tanto en la zona de Rosario como en la zona de Entre Ríos, en la Patagonia, lo vimos en Corrientes que es la última foto del desastre que tenemos que se consumió más del 10% de una provincia. Está claro que con una ley de Humedales, la tragedia de Corrientes no hubiese sucedido.