El gobierno de la Ciudad avanza en la peatonalización de todo el microcentro, vedando el ingreso de automóviles, al tiempo que extiende el estacionamiento medido a 14 comunas. Pero más que desalentar el uso del auto particular, el combo parece tener un primer grupo beneficiario: el de las empresas que manejan las grúas. Esas mismas que tienen el contrato vencido hace 15 años, que pagan un canon irrisorio mientras son subsidiadas y que, según un informe de la Auditoría, también ejercen un poder de policía por las calles porteñas, transportando a los inspectores y presionándolos para labrar multas.
Si bien no le dieron los votos el miércoles pasado, el proyecto de Área Ambiental Buenos Aires Centro, del Ejecutivo porteño, será tratado por la Legislatura esta semana. La norma extiende en un 300% la zona peatonalizada del centro, de 86 a 315 cuadras. Desde la Cámara de Garajes estiman que 2500 garajistas deberán cerrar.
A esa iniciativa se suma otra norma, sancionada días atrás: la extensión de los parquímetros en un 2075%. Ambas leyes generan un combo perfecto para las firmas que manejan las grúas: Dakota y BRD Saicfi.
Ahora, más del 60% de los vecinos deberá gastar para estacionar su auto en la Ciudad. Si no cumplen, el acarreo será de 750 pesos, sumados a la multa. Las motos se agregarán al sistema.
El proceso licitatorio indica que el gobierno porteño pagará los 18 millones de dólares que demandarán las terminales autónomas y el sistema electrónico. También abonará un monto mensual a las empresas. Y si la licitación de alguna zona queda vacante, la que ya tenga una zona podrá obtener otra.
Según el Código de Tránsito, las grúas deben priorizar los vehículos que estén en posición peligrosa u obstaculicen, por ejemplo, ochavas o bicisendas. Para Javier Atrudi, de la Dirección de Transporte de la Defensoría del Pueblo porteña, las empresas, en cambio, persiguen el lucro; entonces ejercen mayor presión en cercanías a las zonas de acarreo.
La Ciudad no recibe un peso de la recaudación, y sin embargo destina casi la mitad de sus 1513 agentes de tránsito para acompañar a las grúas. Días atrás, la Auditoría General aprobó un duro informe acerca del rol del Cuerpo de Agentes. «El Estado porteño delega de forma escandalosa el poder de policía a empresas privadas», denuncia su titular, Cecilia Segura.
Los agentes viajan en las grúas, para labrar las actas, requisito previo al acarreo. El informe detalla cómo son presionados por los empleados de las grúas para labrar actas de infracciones, incluso si el agente manifiesta que el auto está bien estacionado. Tampoco pueden quejarse mucho, porque el 87% de los agentes tiene contrato precario. La mitad declaró haber vivido situaciones problemáticas con las grúas: Los conductores priorizan un fin lucrativo y no de ordenamiento del tránsito, creando todo el tiempo fricciones con los agentes. Uno de cada tres efectivos de tránsito manifestó no poseer conocimiento cabal de los distintos protocolos establecidos en el Manual de Procedimientos. Lo que no impidió que durante 2014 realizaran más de 3,5 millones de actas de infracción.Recién el año que viene, para hacerlas deberán tomar fotos.
Desde que el macrismo asumió en la Ciudad, la tasa de acarreo aumentó un 1300 por ciento. Por día levantan más de 427 coches. En 2015, fueron 156 mil acarreos. Los autos van a playas costeadas por el Estado porteño. La de Constitución demandó $ 10 millones.
Las dos firmas beneficiadas, nacidas bajo la intendencia de Carlos Grosso, se manejan con contratos vencidos hace 15 años. Según la Ley 4003, hace más de dos años que el servicio debería ser público. No sucedió. Y el gobierno les exige un módico canon de 55 mil pesos, que amortizan en media jornada. Pero además, desde 2008 recibieron 260 millones en subsidios. En el primer cuatrimestre de 2016, fueron 33 millones de pesos. Por ejemplo, la Ciudad les abona por multas impagas de coches acarreados, un adicional a los afiliados a Camioneros, y otros 108 millones en concepto de alquiler de camiones por el uso de las grúas. «
Los barrios inundados de parquímetros
El nuevo estacionamiento medido, que cubrirá la mitad de la Capital, tendrá 87 mil terminales multipropósitos con tarifas diferenciadas, dependiendo la zona donde se deje el auto.
Serán cinco zonas. Y funcionarán de lunes a viernes de 8 a 20, y los sábados de 8 a 13. Los residentes podrán no pagar, siempre y cuando cumplan variados requisitos: será para un solo auto por domicilio (con la dirección registrada tanto en el DNI como en la cédula del coche), a no más de 200 metros a la redonda. Deberá registrar el auto en el parquímetro todos los días, y no podrá tenerlo estacionado en el mismo lugar por más de 48 horas. Si se olvida o se va de vacaciones, deberá asumir el costo. Y será gratis siempre que viva en una zona con tarifa sencilla o progresiva tipo 2, las más alejadas del tráfico. De lo contrario, pagará la mitad del valor.