Pasaron más de tres meses del violento desalojo de tres familias campesinas en el municipio de Wanda, en el Paraje San Lorenzo 2, provincia de Misiones. Resultaron víctimas de la violencia institucional legitimada por la Justicia de Iguazú, que emitió una orden para que sean expulsadas de sus propias tierras a los golpes. Las autoridades ejecutivas habían quedado en brindarles ayuda, pero durante las últimas semanas hubo un giro negativo.

Los terribles hechos fueron protagonizados por las fuerzas de seguridad, golpearon a todos los integrantes de las familias y les prendieron fuego sus casas. También destruyeron sus chacras y les mataron sus ganados. Según la denuncia de los campesinos -a la que este diario tuvo acceso-, cumplieron orden de la empresa multinacional ARAUCO S.A., tras una resolución que dictó el juez de Iguazú.

Durante los últimos días tuvieron una reunión con la intendenta de la localidad misionera de Wanda. Las víctimas contaron que la funcionaria les dijo que hablará con las autoridades provinciales y la empresa; con el fin de encontrar una solución.

Brutalidad policial

“En primer lugar, queremos recordar que el pasado 5 de julio fuimos brutalmente desalojados, les pegaron a mis hijos y a mi marido casi lo mataron. Fueron más de 50 policías que cumplían órdenes de la empresa multinacional ARAUCO S.A, estuve detenida tres días, mientras tanto, amenazaban a mi familia para que no denuncien”, repasó Norma Segovia, de 41 años, en diálogo con Tiempo.

Sin embargo, “hasta el momento estamos sin respuestas, a pesar de haber hablado varias veces con la intendenta, Romina Faccio. Siempre nos responde que el juez de Iguazú fue el que dio la orden y que ella no puede hacer nada porque el Poder Judicial es independiente”, aseguró Norma, madre de cuatros hijos de 7, 9, 14 y 15, que también fueron golpeados y esposados por los uniformados.  

Una lucha sostenida en el tiempo

“Queremos dejar en claro que nosotros vamos a seguir luchando. Necesitamos que nos den una respuesta y nos devuelvan lo que injustamente nos arrebataron. Compramos esa propiedad hace muchísimos años, con el sudor de toda la familia, hasta mis hijos trabajaron. Exigimos tener un terreno para continuar trabajando en la chacra, para producir nuestros alimentos y poder vivir en paz”, reclamó Eduardo Garcete, de 36 años, compañero de vida de Norma.

Desde la gobernación de Misiones les habían dicho que les darían una respuesta. “Pero después se lavaron las manos”, aseveró Garcete. “Ya pasaron más de tres meses desde que fuimos desalojados, torturados, encarcelados y posteriormente liberados. Nos hicieron todo eso por orden de la empresa multinacional; es impresionante lo que logra hacer el poder económico con total impunidad”, señaló.

Cabe destacar, que las tres familias campesinas cuentan con el acompañamiento de organismos de Derechos Humanos, del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) y el Grupo de Lucha por el Derecho a la Tierra (GLDT). Las víctimas son personas que fueron criadas en el monte, trabajaron toda la vida en la chacra, es su cultura, aman la tierra, la naturaleza y a los animales.

Detalles de la reunión con la intendenta      

“Lo que nos pasó es algo muy grave e injusto, nosotros no nos vamos a quedar quietos, porque a ninguna familia de Wanda le tiene que pasar algo así. Hace pocos días tuvimos una reunión con la intendenta, Romina Faccio, le explicamos que necesitamos con extrema urgencia la tierra para poder producir y construir un techo para nuestros hijos”, imploró Garcete.

Durante la charla, le pidieron a la funcionaria que hable con la empresa multinacional ARAUCO. “Para que nos den cualquier terreno, nosotros sabemos que nos sacaron de nuestro lugar porque es un paraíso. Ellos no tienen piedad, no les importa nada”, apuntó el campesino.

Finalmente, la intendenta les dijo que el próximo 5 de noviembre -al cumplirse 4 meses del brutal desalojo- tendrán una nueva reunión. “Y nos contará si tuvo alguna noticia favorable de parte de la empresa o de las autoridades provinciales”, cerró el hombre.

Norma aseguró a este diario que, si en esa oportunidad no les brindan una respuesta. “El 11 del mismo mes estaremos haciendo una actividad con mandiocas y pancartas en la Municipalidad. Pedimos la solidaridad de todas las personas que nos apoyen en esta lucha por recuperar nuestro lugar, seguir produciendo y construir un techo para nuestros cuatro hijos”.

La mujer finalizó: “No terminamos de entender la posición que toman desde la gobernación, porque primero dijeron una cosa y ahora otra. Exigimos que la provincia nos brinde una respuesta urgente, porque no tienen que ser así, tan desalmados, somos personas, ni los animales merecen ser tratados así”.