Las innovadoras aplicaciones de celular que brindan un servicio exclusivo para el traslado de mujeres, hecho por mujeres, ganan terreno en las principales ciudades del país. La semana pasada, la app Sara comenzó a operar en el barrio porteño de Palermo transformándose en la segunda app de características similares a las de Uber, pero solo para mujeres y por mujeres. La primera, She Taxi funciona con gran éxito en Rosario desde hace más de dos años. Lamentablemente, el crecimiento de este tipo de aplicaciones se da en un contexto en el que la violencia contra la mujer no cesa.
Como se sabe, muchas mujeres fueron víctimas de ataques durante un traslado por parte de choferes hombres de taxi, remis e incluso de Uber, aunque se supone que son más fáciles de identificar. Un informe realizado por la ONG Defendamos Buenos Aires de fines de 2016 daba cuenta que cada 12 minutos una mujer resulta acosada en algún medio de transporte público. El 10% de las encuestadas aseguró que el hecho ocurrió en un taxi.
La app pionera en el país, She Taxi, fue creada por la taxista María Eva Juncos. Comenzó con apenas dos conductoras y hoy cuenta con 192, además de unas 31.000 usuarias. Según indicó hace unas semanas atrás El Ciudadano de Rosario, se debieron incorporarse a la aplicación muchas choferes de remis ya que la demanda de viajes creció exponencialmente.
En Rosario están habilitadas unas 350 mujeres para conducir taxis, contra unos 4.000 choferes varones. Juncos indicó que faltan más mujeres con licencia y contó que cuando quisieron expandir la app a otras ciudades como como Córdoba, Santa Fe y Mendoza, se encontraron con el problema de que había muy pocas mujeres con licencia profesional por lo que la idea se frustró.
Por otro lado, la app Sara está operativa desde la semana pasada. Por el momento, funciona en Palermo y sus inmediaciones pero se cree que progresivamente se expanda por toda capital y que llegue a ciertos puntos del Conurbano.
Según indicó La Nación, que dialogó con Candela Pérez, representante de Sara, la empresa “surge como una solución de mujeres para mujeres. Nos identifican tres conceptos: legalidad, seguridad y profesionalismo. La empresa nace con el fin de ayudar a las mujeres a que se movilicen tranquilas y seguras, y también como una oportunidad laboral y profesional para ellas”, dijo Pérez, quien subrayó que la empresa cuenta con habilitación como remisería tanto en la Ciudad como en provincia de Buenos Aires y que las conductoras deben tener licencia profesional.
Por ahora, el plantel de esta aplicación es de unas 50 mujeres: un porcentaje ínfimo si se considera que en total hay unas 1125 conductoras habilitadas en Ciudad. La diferencia con los conductores varones sigue siendo abismal ya que éstos rondan los 40.000.