La novedad se vivió como un triunfo: el gobierno porteño dejó sin efecto la ley 2828 que sostenía la precarización laboral de los residentes de los hospitales, quienes se encontraban realizando un abrazo simbólico a la sede del Gobierno de la Ciudad y habían decidido mantener un paro sin garantías de guardias hasta que la normativa se vetara.
La iniciativa que suspenderá la ley por tiempo indeterminado lleva la firma del jefe del bloque Vamos Juntos, Daniel Presti, y de su sucesor a partir del 10 de diciembre, Diego García de García Vilas y en su único artículo declara que “se deje sin efecto la sanción del proyecto de Ley Nro. 2828-D-2019 y su agregado Nro. 2862-D-2019 del día 28 de noviembre».
Alrededor de 3500 trabajadores de la salud bajo el lema “sin residentes ni concurrentes no hay hospital” se habían convocado en las puertas de la sede del Gobierno porteño, en Parque Patricios, donde realizaron un abrazo simbólico al edificio y decidieron continuar con el paro hasta que el jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, vete la ley de Residentes y Concurrentes aprobada el último jueves por la Legislatura, que contó con los votos del oficialismo y sin la presencia de los legisladores de la oposición, a quienes no dejaron volver a ingresar al recinto luego de intentar detener la represión.
Ese día, los trabajadores de la salud que se manifestaban en contra de la ley fueron golpeados y gaseados por la Policía de la Ciudad.
Según los médicos y residentes, el proyecto, presentado por el diputado macrista José Acevedo, cercenaba los derechos de los centros de salud porteños, con un régimen laboral extenuante e insalubre, con un máximo de hasta 64 horas semanales, por encima de cualquier convenio colectivo e infringiendo las recomendaciones sobre salud laboral de la OMS.
Se calcula que hay cerca de 4.000 residentes y 1.500 concurrentes que trabajan en hospitales públicos de la Ciudad y los sueldos de algunos jefes de residentes no superan los 40.000 pesos mensuales.