Hace unos 80 años, el arroyo Medrano atravesaba todo el Parque Saavedra, a cielo abierto. Fue entubado con obras de soterramiento en el año 1942, con el objetivo de mitigar los desbordes de los cursos de agua en los barrios y evitar las inundaciones, ante un proceso de avance en la urbanización y crecimiento poblacional. Desde hace unas semanas, el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, intenta volver al pasado: quiere abrir un extenso tramo del arroyo y dejarlo al aire libre.
Según fuentes oficiales, el proyecto forma parte del Plan Hidráulico que consiste en concretar aliviadores para los arroyos entubados que desembocan en el Río de la Plata. El arroyo a cielo abierto tendría una extensión de 500 metros y «caminos peatonales a ambos lados» con el fin de generar «un nuevo corredor junto a un curso de agua».
Vecinos de la zona comenzaron a organizarse para detener este avance sobre uno de los pulmones verdes más importantes de la Ciudad. Afirman que esta obra dejaría el parque dividido en dos, y que pondría en riesgo a niños, niñas y mascotas. También destacan que sumaría cemento al espacio verde, lo que afectaría la capacidad de absorción del suelo.
“El gobierno pretende que la obra funcione como reservorio. La realidad es que en el año 2013 se inundó todo el parque y también todo el barrio por el desborde del arroyo, y fallecieron seis personas. Realmente es muy poco lo que esto puede incidir para atenuar el desborde”, afirma en diálogo con Tiempo José Olivo, integrante del colectivo Vecinos por Saavedra y referente comunal del Partido Solidario.
La cuenca del arroyo Medrano nace en la provincia y alcanza una superficie de 5400 hectáreas. Comprende a los municipios bonaerenses de Tres de Febrero, Vicente López y San Martín; y a los barrios de Núñez, Belgrano, Saavedra, Coghlan, Villa Pueyrredón, Villa Urquiza y Villa Devoto. “Exigimos que se lleve adelante una audiencia pública con la presencia de especialistas y de técnicos propios, junto a los del Gobierno de la Ciudad, para plasmar las consecuencias que ocasionará la reapertura de un tramo del arroyo Medrano. El parque es de todos y el espacio público no se negocia”, agrega Olivo.
Aguas contaminadas
La Defensoría del Pueblo porteña realiza un monitoreo permanente de los arroyos que corren bajo la Ciudad. En el caso del Medrano, detectó que el problema recurrente de las inundaciones y anegamientos resulta agravado por la contaminación que afecta a sus aguas. El informe de laboratorio confirmó que cuando ingresan al subsuelo porteño, “las aguas del Medrano ya se encuentran severamente contaminadas (…) Esta contaminación se incrementa sensiblemente a lo largo de su recorrido bajo la Ciudad hasta revelar valores de deterioro mucho más severos en su desembocadura, donde diariamente se practican actividades náuticas y de pesca. La observación satelital muestra con claridad que el agua contaminada se desplaza hacia el sur e invade la zona costera”.
Una vez abierto el arroyo en el predio que ocupa el parque, los olores ocasionados por productos químicos desechados por industrias linderas afectarían gravemente la salud de vecinas y vecinos.
“Este reservorio que propone la Ciudad es un fake, es falaz, es algo pictórico. Estos últimos 16 años se han hecho obras que han agravado la situación de quienes viven en el Barrio Mitre respecto a las inundaciones, por eso vendría bien que se ocuparan de ese problema y no de este otro proyecto que quiere hacer Larreta», argumenta Alejandro Tiscornia, integrante del grupo Planeamiento Participativo.
Tiscornia considera que el desagote tiene que ser más directo y próximo al Río de la Plata “y no volver a encajarlo en el mismo arroyo que ya viene saturado, y que con 30 milímetros de lluvia colapsa. Se necesita un sistema de desagote mucho más ágil. Insisto, una obra como esta no puede ser tomada solamente con un carácter paisajístico para el Parque. Además, para esta obra el gobierno porteño sacó un crédito del Banco Mundial, sería bueno investigar cómo van a usar ese dinero”.
Espacios verdes que no son tales
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires hay más de 350 mil personas que no cuentan con una plaza en las proximidades de sus viviendas.
“La superficie de espacios verdes públicos por habitante se mantuvo igual entre 2006 y 2018, al tiempo que fue disminuyendo en cinco comunas”, señala a Tiempo la legisladora porteña Claudia Neira, del Frente de Todos.
El Ministerio de Espacio Público porteño afirma que los barrios de Balvanera, San Cristóbal, Boedo y Almagro son los que mayor déficit de áreas verdes tienen. Allí, los nuevos espacios verdes inaugurados entre 2016 y 2019 suman apenas 2,04 hectáreas: 1,9 en Balvanera y 0,14 en Almagro.
“El jefe de gobierno había prometido sumar 110 hectáreas de espacios verdes, que aparecen como terminadas en la página oficial, pero lo cierto es que apenas realizaron 31. Ellos cuentan parques y plazas pero también plazoletas y hasta canteros, y cuando hablan de jardines, se refieren a los bordes de la General Paz”, agrega Neira. “La gestión de Horacio Rodríguez Larreta considera espacios verdes a lugares que no alcanzan para calificar como tales. Para serlo deben tener por lo menos media hectárea de superficie, y contabilizan muchos espacios que no llegan a esa cifra”.
Alejandro Tiscornia
26 September 2021 - 14:37
Jose Olivo dice que "el espacio publico no se negocia" pero en gran medida la oposicion a la obra esta promovida por quienes lucran en el espacio publico habilitados hace años por un legislador PRO Helio REBOT...