Yanina Faríaz está detenida en la cárcel de Magdalena acusada por la muerte de Xiomara, su hija de 2 años. Yanina tiene retraso madurativo y era víctima de múltiples violencias por parte de José Alfredo Leguizamón, el hombre que convivía con ella en una casa del partido de Moreno. El 6 de agosto de 2017, Leguizamón intentó abusar –una vez más– de Yanina, pero ella se resistió. Entonces, el hombre descargó su ira contra Xiomara. Cuando llegó al hospital con la niña malherida, Yanina fue acusada de «mala madre». La próxima semana, un tribunal de Mercedes decidirá si la condena por «homicidio agravado por el vínculo». Pese al contexto de violencia de género en el que ocurrió la muerte de Xiomara, a la presencia de otros dos hijos de Yanina, y a los pedidos realizados por la defensa, la Justicia le negó una y otra vez el sobreseimiento y el arresto domiciliario.
«Esperamos que el desarrollo del juicio pueda poner en claro que esto se trata de un femicidio vinculado y que Yanina es sólo una víctima más», remarca el abogado Alejandro Bois, a cargo de la defensa.
Ese 6 de agosto, Yanina estaba cambiando el pañal de su beba cuando Leguizamón intentó tener sexo con ella a la fuerza. Se resistió, y el hombre, que no era su pareja, apenas un amigo de su madre que iba a empezar a construir en el fondo de la casa, empezó a golpearla. Durante los 15 días que compartieron espacio, él se había acostumbrado a disponer de ella cuando quisiera. Uno de los hijos de Yanina, el del medio, de apenas 4 años, intentó defender a su mamá, pero también recibió una paliza. La siguiente víctima de Leguizamón fue Xiomara. Cuando la ira del hombre se apagó, Yanina llevó a su beba a la Unidad de Pronta Atención de Cuartel V, porque respiraba con dificultad. La nena fue trasladada de urgencia al Garrahan, pero murió al día siguiente.
Leguizamón, prófugo durante un tiempo, fue finalmente arrestado por «homicidio simple». Yanina, mientras tanto, era maltratada, separada de su hija en el hospital y denunciada a la policía por «mala madre». Así terminó detenida en la Comisaría 4ª de Moreno. Según el fiscal Gabriel Lorenzo, ella «debió velar por la integridad de su hija, y representándose que, con su inacción y por la violencia inusitada puesta de manifiesto a través de las lesiones que se ocasionaron, provocara el desenlace irremediable de la muerte de su propia hija». La jueza Adriana Julián ordenó su arresto por el delito de «homicidio agravado por el vínculo». Y el 2 de marzo, pidió la elevación a juicio de la causa. La defensa exigió su sobreseimiento, pero la Sala 3 de la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal de Mercedes confirmó el comienzo del juicio para el próximo viernes 29 de marzo.
La Comisión Provincial por la Memoria viene acompañando el caso desde el inicio y, ante la proximidad del juicio oral y público, se presentó como amicus curiae y pidió ser veedora del debate, cuyo final es aún incierto. «