La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) autorizó la venta en farmacias del misoprostol para uso ginecológico. Se trata del medicamento que, aunque indicado para el tratamiento de enfermedades gástricas, se utilizaba para la interrupción de embarazos.
La resolución de la Anmat habilitó al Laboratorio Domínguez a producir misopostrol con fines ginecológicos y comercializar el producto en todas las farmacias del país. Se estima que la medicación estará disponible para la venta al público –con previa presentación de receta archivada- antes de finales de 2018.
En la disposición 946 del 12 de octubre pasado, la Anmat también precisó que el Misoprostol se comercializará en una nueva presentación de 12 comprimidos, es decir la dosis precisa para interrumpir un embarazo. Hasta ahora sólo estaba permitida la entrega para uso hospitalario a través de programas de salud sexual.
“Esta medida nos permite realizar prácticas más seguras. El medicamento que estábamos indicando no estaba pensado para la interrupción del embarazo porque era asociado al diclofenac para cuadros gástricos”, puntualizó esta mañana Estefanía Cioffi, de la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir.
En declaraciones radiales a Futurock, Cioffi consideró que tras el fallido debate del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) la decisión de la Anmat implica “una victoria en una coyuntura de retrocesos”. E insistió: “Indicábamos una medicación que no era de la mejor calidad y erámos funcionales a un laboratorio. Esto nos facilita el uso seguro de la medicación”.
Además, consideró que este avance “facilita la indicación, genera menos confusión”. “Hoy hay más mujeres que saben que tienen un derecho, que saben que hay causales de salud para hacerse un aborto”, diagnosticó.