La restricción en el acceso a la cobertura de medicamentos al 100% fue la medida más drástica, pero no la única. Previamente, otras decisiones del Gobierno y las autoridades del PAMI habían apuntado en el mismo sentido: achicar cada vez más el sostén de los remedios de jubiladas y jubilados. Eso se tradujo en una fuerte reducción de la adquisición de medicamentos vía PAMI. En todo el país cayó en promedio un 13% entre enero y septiembre. Es decir, antes del último anuncio que golpeó a la tercera edad. Es decir que, en las próximas mediciones, el impacto será aún mayor.
El dato del 13% surgió a partir de un pedido de acceso a la información pública que formuló el diario Clarín. Los números oficiales reflejan que la caída en el acceso a medicamentos a través de PAMI se profundizó en agosto, cuando el Gobierno comenzó a modificar las coberturas sobre remedios del plan Vivir Mejor (que finalmente se desmanteló la semana pasada), pasándolas de totales a parciales. También hubo remedios que perdieron su cobertura o su precio especial vía PAMI al convertirse en productos de venta libre, como ciertos analgésicos.
⚖️ Recorte de medicamentos: el ministro de Salud y el titular del PAMI pegaron el faltazo a la Cámara de Diputados.https://t.co/iZF8FYtMYm pic.twitter.com/SVkRwSMBbf
— Tiempo Argentino (@tiempoarg) December 11, 2024
Todo esto golpeó sobre todo a los más de tres millones de personas que cobra la jubilación mínima, en un período en que las jubilaciones perdieron frente a la inflación mientras los medicamentos aumentaron muy por encima de la inflación. Si bien la caída en la adquisición de remedios vía PAMI fue despareja entre las provincias, se dio en 23 de las 24 jurisdicciones del país.
Las caídas más fuertes en la cantidad de cajas de medicamentos adquiridas en promedio por cada persona mayor de 65 años en este período se dieron en Catamarca (una baja del 18,6% entre enero y septiembre); Tucumán (-18,3%); Santiago del Estero (-17,3%); Mendoza (-16,9%) y San Juan (-15,4%). La Ciudad y la Provincia de Buenos Aires también estuvieron entre las más afectadas en este relevamiento, con caídas del 14,7 y 12,4% respectivamente.
Los datos reflejan lo que se viene advirtiendo desde las farmacias, sobre todo tras los últimos anuncios –cuyo impacto no está contemplado en la caída del 13% porque se dio a principios de este mes-: que gran cantidad de jubiladas y jubilados se enteran en el mostrador que tienen que abonar importantes sumas y se retiran sin sus medicamentos. No hay medición aún sobre cuántos de ellos y ellas abandonan sus tratamientos.
Largas filas y despidos
En medio de las repercusiones por la reducción en la cobertura de medicación de PAMI, personal nucleado en el Sindicato Unido de Trabajadores y Empleados de PAMI (Sutepa) emitió un comunicado para repudiar los despidos y advertir por el deterioro en la atención que se está produciendo en todo el país, justo cuando las sedes del organismo registran largas filas de afiliados y afiliadas que buscan acceder al subsidio social para conservar la cobertura de sus remedios.
“Las y los trabajadores, que son quienes dan respuesta y contención a las personas mayores en las oficinas de la institución, enfrentan despidos que se van produciendo en todo el país llegándose al cierre de algunas dependencias por falta de personal”, advirtieron desde Sutepa. Denunciaron que los despidos –tanto de personal administrativo como profesional- implican “un desmantelamiento progresivo de la atención pública. Hay oficinas de agencias que cerraron sus puertas tras los despidos de sus únicos trabajadores. La medida no solo dejó desempleados, sino que obligó a los jubilados a trasladarse a ciudades vecinas para realizar trámites esenciales”.
Además, cuestionaron que el personal se enteró de los cambios en el acceso a medicamentos al mismo tiempo que las y los afiliados, algo que complicó el asesoramiento y acompañamiento sobre todo a quienes se acercaron para completar los trámites e intentar acceder al nuevo subsidio. Lo mismo fue reclamado desde las farmacias: que no se informó bien y a tiempo, sin dar lugar a que jubilados y jubiladas tuvieran margen para consultar, inscribirse y organizarse ante las nuevas medidas.
“Desde la semana pasada, todas las sedes del PAMI tiene largas colas de afiliados y afiliadas, provocando el colapso en la línea de atención. Lo mismo ocurre con las llamadas al PAMI Escucha. La desesperación de los mayores se pone de manifiesto de diversas formas, entre ellas la violencia verbal hacia quienes los atienden, pero no toman las decisiones sobre la cobertura de medicamentos y prestaciones”, relataron desde el sindicato. Y alertaron sobre el efecto devastador de estas medidas sobre la población más añosa y con menos ingresos, que contaba con la cobertura de su medicación para subsistir: “El ahorro en medicamentos implicaba $74.500 a noviembre de 2024 en promedio por jubilado, monto equivalente al 23% de una jubilación mínima con bono”.