La multinacional líder en agronegocios Monsanto sigue ganando espacios de poder de la Argentina. La empresa denunciada por glifosato en todo el mundo sumó en los últimos días su presencia en programas de televisión de canales públicos. Al mismo tiempo, un dato aportado por el Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud de la Nación genera alarma: los intoxicados por plaguicidas aumentaron un 26% este año.
La TV Pública arrancó sin muchos anuncios un nuevo programa llamado Locos por el campo los domingos a las 14. El detalle es que tiene el auspicio central de Monsanto, quien se encargó de promocionar el envío en su Twitter. El protagonista central es Fernando Entín, galerista de arte que visita establecimientos rurales y conoce cómo producen leche, carne, soja y trigo.
Aparte de Monsanto (cuyo representante de Asuntos Legales habla en el canal de Youtube del programa), también los acompaña la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA), de donde proviene Luis María Urriza, subsecretario de Agricultura del Ministerio de Agroindustria. Desde la productora Comando TV anunciaron que el producto «pretende ser un certero reflejo de lo que es la actividad agropecuaria».
El director del canal, Horacio Levin, admitió a Página/12 que desconocía los auspiciantes aunque no cree que «afecte a la artística del programa».
Y contó: «En mayo me vino a ver Nicolás Borenstein, de Comando TV, y me mostró el programa. Me encantó. Me dijo que me lo daba gratis a cambio de tres chivos. Como no tenía ninguna erogación para el Estado dije que sí.»
Durante la semana pasada, Canal Encuentro también le dio lugar a Monsanto en el programa «¿Qué piensan los que no piensan como yo?» El tema de debate era el agro y los transgénicos. Y ahí Dardo Lizárraga, ingeniero, líder de Operaciones de Semillas de la compañía, afirmó que «si eliminamos el glifosato no se resuelven ninguno de los otros problemas: la desnutrición, el hambre mundial, etcétera».
Cuando se habla de Monsanto hay que referirse a la mayor empresa multinacional del agronegocio y la biotecnología del planeta, líder en el desarrollo de la soja transgénica y el herbicida glifosato, «probablemente cancerígeno» según dictaminó la OMS. Pero lo suyo no es sólo la soja. En septiembre fue adquirida por la farmacéutica Bayer en 66 mil millones de dólares.
El médico Damián Verzeñassi, subsecretario académico de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario, lleva realizados 28 campamentos sanitarios en localidades rurales, donde evalúan el estado de sus habitantes. «Que Monsanto-Bayer tenga la posibilidad de financiar y estar presente en la TV pública de nuestro país no es pluralidad de voces sino habilitar los espacios que son del pueblo a quienes están dañando, enfermando y matando al pueblo», asegura a Tiempo.
En el rubro «Intoxicación aguda por agentes químicos» del Boletín Epidemiológico del Ministerio de salud el ítem que más creció es el de plaguicidas (un 26%). De 1315 casos en 2015, a 1659 este año.
«A partir de la instalación del modelo de producción de transgénicos en nuestra región han cambiado las formas de enfermar y morir de las poblaciones: cada vez tenemos mayores problemas de salud vinculados al sistema endocrino, a problemas respiratorios, de abortos espontáneos, de malformaciones congénitas, y también enfermedades oncológicas. Esto pudimos evidenciarlo con nuestro trabajo de campo», resalta Verzeñassi. Según sus relevamientos en la zona que rodea a Rosario «se incrementó un 848% el uso de venenos». Al regresar de La Haya, donde testimonió contra Monsanto para que sea incorporada la figura de «ecocidio» como delito penal, Verzeñassi se encontró con que la universidad le había clausurado sus oficinas con cadenas.
La inserción de Monsanto en la TV Pública «tiene que ver con estrategias de legitimación que fueron encontrando para justificar los efectos nocivos que ya se hacen más que evidentes», subraya Tamara Perelmuter, integrante del Grupo de Estudios Rurales del Instituto Gino Germani de la UBA. Al ser constitutivos los agrotóxicos del modelo agrario que tiene el país desde hace 20 años, propone como salida cambiar el modelo: «Cerca del 60% de la superficie cultivada del país tiene soja transgénica. Cada vez es necesaria más cantidad de glifosato para misma cantidad de superficie.» «
Más fondos para la soja en el norte
Tras la quita de retenciones, devaluación, modificación de Ley de Semillas y compra de tierras por extranjeros, el sector de agroindustria sigue recibiendo beneficios por parte del Ejecutivo. El presupuesto nacional aprobado en el Congreso prevé una partida extra de 4.500 millones de pesos para el Ministerio de Agroindustria, de los cuales 1000 millones irán como compensación a la producción de soja en las provincias comprendidas por el Plan Belgrano. Esos 4500 superan en más de seis veces los 700 millones que el gobierno decidió otorgarle como refuerzo al presupuesto de Ciencia, y que fuera anunciado en todos los medios afines.